Los disparos de la policía a Jacob Blake, quien se encuentra en estado grave, en Wisconsin han vuelto a conmocionar al mundo, que asiste a un nuevo episodio de violencia policial y a la NBA, colectivo que se ha mostrado muy sensible y comprometido con la lucha contra el racismo en el regreso de la competición.

Tras conocerse lo ocurrido en Wisconsin, LeBron James expresó su indignación en las redes sociales: "Y luego os preguntáis por qué decimos lo que decimos de la policía. ¿Pero esto qué mierda es? Exactamente otro hombre negro siendo atacado. Esto está muy mal y es muy triste", escribía la estrella de los Lakers.

Mitchell, gran figura de Utah, estalló, dejando claro que lo que menos importa ahora es el baloncesto: "A la mierda los partidos y los playoffs. Esto ya es enfermizo y es un problema real. Queremos justicia. Es una locura, no tengo palabras. Vaya mierda de hombre. Por eso no nos sentimos seguros", expresó.

Equipos como Milwaukee Bucks emitieron un comunicado en señal de protesta por lo indignante de los hechos: "Los Bucks rezan por la recuperación de Jacob Blake, tiroteado en el día de ayer por un oficial de policía en Kenosha. Nuestros corazones están con sus amigos y familias".