La temporada 2020 se le está haciendo eterna a Sebastian Vettel. El alemán está cerrando su etapa en Ferrari de la peor manera posible, y no todo es achacable a un coche que no está a la altura de lo esperado.

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Lo ocurrido en la primera vuelta del GP 70 Aniversario lo dice todo: trompo (que Sainz esquivó por poco) al acelerar antes de tiempo en la crítica primera curva del circuito de Silverstone. Un error que puede cometer cualquier piloto novato, o incluso alguno experimentado, pero que de un tetracampeón sorprende mucho.

De esta acción salió indemne en lo técnico (evitó un accidente), pero muy tocado en lo moral y obligado a remontar.

Si a este trompo se le une una mala estrategia (el alemán la calificó de "sinsentido" después de la carrera) de Ferrari, era complicado que pasara de la 12ª plaza en la que acabó.

Los números hablan por sí mismos: hay que remontarse a 2008, en su primer y único año en Toro Rosso, para ver a un Vettel peor que este. El alemán no puntuó en las cinco primeras carreras de aquel año, en el que acabó logrando su primera victoria en aquel lluvioso GP de Italia. 

Doce años después, Vettel cierra el quinto GP de la temporada con sólo 10 puntos y un sexto puesto como mejor resultado. La situación del alemán contrasta con la de su compañero Charles Leclerc, que pese a llevar un SF1000 igual, sus resultados son notablemente mejores: tiene 45 puntos y ha subido dos veces al podio en estas cinco pruebas.