Fernando Alonso y Jenson Button le han cogido gusto a competir en la videoconsola y este fin de semana volverán a correr. Lo harán en un circuito muy especial, sobre todo para el asturiano que lo conoce en la realidad: el mítico óvalo de Indianápolis.

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Este domingo deberían haberse celebrado dos de las carreras más legendarias del automovilismo: el GP de Mónaco y las 500 millas. Mientras que en la F1 han apostado por llevar a ocho pilotos reales y ponerles a correr contra cantantes como Luis Fonsi o futbolistas como Aubameyang o Courtois, en la segunda correrán leyendas como los propios Alonso y Button, además de Emerson Fittipaldi, o expilotos como Mika Salo, Emmanuele Pirro o Jan Magnussen.

Para ponerse al día y practicar para la prueba virtual de este domingo, Button y Alonso quedaron para echar una carrera juntos. El británico y el español, excompañeros en McLaren, corrieron con sus respectivos monoplazas que imitan la normativa real de la Indy pero decorados con sus colores. El campeón de 2009 rodó con uno blanco con ribetes amarillos fosforitos, como el Brawn con el que ganó su único campeonato, y el español lo hace con sus ya habituales colores azul, rojo y amarillo de Kimoa.

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Más allá del resultado, Button dejó claro que tiene muchas ganas de correr en Indianápolis, pero sólo en la videoconsola. Después de probarse en el simulador, ha admitido que incluso ha pasado miedo por lo que "definitivamente" no disputará las 500 millas reales. "¡Estaba asustado en el juego!", ha bromeado junto a un vídeo en el que se les ve correr juntos.

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Quien sí disputará la Indy 500 real será Fernando Alonso. El asturiano quiere quitarse el mal sabor de boca que le dejó su desastrosa participación en 2019 y buscará, con Arrow McLaren SP, al menos clasificarse para la carrera prevista para el 23 de agosto y, si puede, ganarla para completar su búsqueda de la Triple Corona del automovilismo.