Se cumple un año de la gran pifia de Fernando Alonso y McLaren en las 500 millas de Indianápolis

Fernando Alonso sube al McLaren con el que iba a competir en las 500 millas de Indianápolis 2019.
Alonso baja del McLaren con el que iba a competir en las 500 millas de Indianápolis.
McLaren
Fernando Alonso sube al McLaren con el que iba a competir en las 500 millas de Indianápolis 2019.

Uno de los grandes objetivos que le quedan por cumplir a Fernando Alonso en el automovilismo es ganar las 500 millas de Indianápolis y, con ello, la Triple Corona: el GP de Mónaco de F1, las 24 horas de Le Mans y esta. Con dos victorias en cada una de las dos primeras pruebas, la carrera en el óvalo más famoso del mundo se le atraganta.

Después de debutar con buena nota en 2017, lo intentó de nuevo en 2019. El equipo, McLaren, le prometió un coche a la altura y un equipo a su alrededor lo suficientemente competitivo como para no desentonar con pilotos mucho más experimentados en esta peculiar carrera, como Simon Pagenaud (a la postre, ganador de esa edición), Pato O'Ward (que sufrió un brutal accidente y ahora será su compañero en 2020) o James Hinchcliffe. Nada más lejos de la realidad.

McLaren no dio las herramientas necesarias para que Alonso cumpliera el mínimo exigible: clasificarse. El 19 de mayo de 2019, el asturiano y el equipo de Woking (su extensión estadounidense, en este caso) encadenaron una serie de desastrosas decisiones que llevó a la eliminación en el 'Bump Day', la jornada en la que se decide la pole y los tres últimos clasificados para la Indy500.

Toda la participación de Alonso y McLaren en la edición de 2019 de la prueba más mítica del automovilismo estadounidense fue un desastre. Los problemas de fiabilidad marcaron toda la semana de entrenamientos, lo que llevó al proyecto a jugársela en la repesca final, el 'last row shootout', para entrar en la última fila de la parrilla. No era, ni mucho menos, el objetivo, y ni siquiera dieron la talla para ello. Alonso se quedó con el 34º tiempo, y como mínimo necesitaba el 33º. Se apuntó para intentar ganar y ni siquiera cumplió el mínimo de clasificarse.

La cadena de errores de McLaren

Zak Brown, CEO de McLaren y que lideró en persona el proyecto, explicó días después la increíble concatenación de chapuzas que llevaron al fracaso. Ya desde el día de pruebas, cuando perdieron varias horas hasta que les enviaron un volante que se pudiera usar.

Pinchazos, un accidente y hasta un error surrealista como el despiste al convertir mal al sistema sexagesimal a decimal las medidas de las suspensiones dan buena muestra de lo que luego se resumió de manera muy sencilla: faltó preparación y seriedad a la hora de encarar el proyecto.

McLaren quedó seriamente tocada con este fracaso, y Alonso acabó divorciándose de los de Woking al poco tiempo, con el objetivo de poder liberarse ante una eventual vuelta a la Fórmula 1

Un año después de aquel rotundo fracaso, el español vuelve a estar en el ruedo, con un nuevo intento de ir a las 500 millas de Indianápolis al lado de Arrow McLaren SP, una sociedad con la que los británicos sí tendrán una estructura mucho más preparada sin necesidad de desviar recursos del equipo central de Fórmula 1. 

Será el 26 de agosto, salvo un nuevo aplazamiento, en una fecha en la que el español quizá ya haya anunciado su regreso al Gran Circo. Si Alonso firma su vuelta a Renault, como apuntan todas las miradas, en 2021 además tendrá un extra de motivación ya que si quiere volver a correr en Indianápolis no tendrá que elegir entre la prueba americana y el GP de Mónaco, que tradicionalmente se disputan el mismo domingo: el año que viene no coincidirán, según los primeros bocetos de los calendarios.

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