Cómo usar correctamente las bandas elásticas de resistencia

Un entrenamiento con bandas elásticas de resistencia.
Un entrenamiento con bandas elásticas de resistencia.
AC
Un entrenamiento con bandas elásticas de resistencia.

Las bandas elásticas de resistencia son unos de los artículos más demandados por los aficionados al deporte, tanto cuando van a entrenarse a un gimnasio como cuando practican ejercicio en casa, especialmente ahora que esta última tendencia va en aumento.  

A la hora de entrenar con las bandas se puede comprobar que su principal ventaja: se pueden utilizar de infinidad de formas dentro o fuera de casa. Un espacio reducido es suficiente para entrenarse con ellas, aunque también se pueden utilizar al aire libre adaptándolas al medio en el que estemos: un árbol, un banco...

Es por ello que lo más valorado por los usuarios es que son objetos muy prácticos con los que se pueden trabajar los músculos de todo el cuerpo: "Con las bandas puedes trabajar de forma muy especifica, en grupos musculares individualizados... como el glúteo, por ejemplo. Si haces una sentadilla involucras todo el tren inferior, pero con la banda, que no deja de ser una resistencia, puedes centrarte en ejercitar zonas muy concretas", afirma el entrenador personal Álvaro Chalup.

Existen dos tipos de bandas, las cerradas y las abiertas. Las primeras son perfectas para trabajar el tren inferior y realizar trabajo isométrico, ya que  "puedes bajar a postura de sentadilla y aguantar, o abrir una pierna... Puedes trabajar de manera controlada absolutamente todo el tren inferior desde los tobillos", explica el preparador.

La diferencia con las bandas abiertas, cuyo uso es más apropiado para el tren superior, está en que "por lo general tenemos menos resistencia en los brazos que en las piernas", apunta Chalup, aunque "a la hora de usarlas da un poco igual el tipo, porque las abiertas las podemos atar o enganchar en cualquier parte para conseguir la resistencia que ofrecen las bandas cerradas".

Dentro de estos dos tipos también hay distintas bandas, que ofrecen más o menos resistencia, aunque lo primordial antes de empezar es "elegir las que mejor se amolden a nuestro cuerpo, ya que las finas son relativamente blandas y las más gruesas son más duras y por lo tanto, ofrecen más resistencia y te obligan a hacer más esfuerzo", asegura Chalup.

No obstante, no existe una fórmula ideal para definir el uso de estos elementos, dado que "también influye la forma en que utilicemos las bandas. Podemos utilizar una fina y tensarla más a la hora de hacer el ejercicio". 

El entrenador personal apunta que "lo mejor es jugar con la resistencia", aunque destaca sobre todo que "lo más importante es utilizar correctamente las bandas, hay que colocarlas en la posición correcta para entrenar cada grupo muscular en función de lo que queramos trabajar".

Esto se debe a que "hay que colocarlas de una forma determinada y si no lo hacemos bien podemos encontrarnos con problemas de lesiones. Lo habitual con estos productos es colocarlas en los tobillos o debajo de las rodillas, dependiendo del músculo, pero hay tantas formas de utilizarlas que es importante saber cómo hacerlo bien".

Una de las grandes virtudes de las bandas es que el músculo se enfrenta a la repetición positiva y también obliga a trabajar la negativa: "No solo haces fuerza al abrir, tienes que seguir apretando al cerrar y controlar la resistencia, para que no te pegue un latigazo". 

Para realizar una rutina eficaz de tren inferior con una banda hay que planificar una rutina de entre media hora y cuarenta minutos: "Cinco ejercicios bien trabajados y realizados sin mucho descanso son suficientes para tener agujetas al día siguiente", reconoce Chalup.

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