Ronaldinho tiene un salón para jugar al fútbol dentro del hotel donde cumple arresto domiciliario

Ronaldinho, a su salida de la cárcel.
Ronaldinho, a su salida de la cárcel.
EFE
Ronaldinho, a su salida de la cárcel.

Ronaldinho Gaúcho y su hermano tendrán que pasar un particular arresto. Sus problemas con la justicia paraguaya, que le mantuvieron un mes en la cárcel, no acabaron con el pago de una fianza, sino que tendrá que estar sin salir de un hotel de Asunción hasta que se celebre el juicio.

Esta particular forma de mantenerse confinado no será ni mucho menos traumática para él, o al menos no tanto como podría después de las peticiones que ha hecho a los dueños del mismo.

Ronaldinho se encuentra en el Hotel Palmaroga de la capital paraguaya, junto a su hermano y dos abogados. Son los únicos habitantes de este hotel, que ni mucho menos es una cárcel: un cuatro estrellas de amplias habitaciones, todo tipo de servicios y sólo limitado por las restricciones y medidas de seguridad que ha impuesto el gobierno de Mario Abdo Benítez para combatir el coronavirus.

Aunque no ha pedido demasiado, dado que es consciente que no está en condiciones de hacer exigencias, Ronaldinho sí ha hecho una curiosa solicitud: tener un balón y un salón amplio para sí mismo y sus amigos con los que poder echar unos partidillos.

"No pierde el humor y alterna sus conversaciones con chistes. Parece un buen tipo. Nunca pierde la sonrisa, su hermano tampoco. Su semblante cambió desde el primer día, cuando llegó tenso y estresado", admite el director del centro, Emilio Yegros, al diario mexicano 'Excelsior', que le ha concedido la petición al exbarcelonista: tiene a su disposición un amplio salón de 30 metros por 15 para jugar al fútbol... que, aunque no sea en un campo real como querría, no está nada mal para un posible delincuente.

Ronaldinho y su hermano tendrán que responder por un presunto delito de falsedad documental para entrar en el país.

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