Varias regiones del norte de Italia se encuentran cerradas para contener el brote de coronavirus, que ya ha causado más de 360 muertos y más de 7.300 contagiados a fecha de edición de esta noticia. Entre ellas, se encuentra Emilia Romaña, cuya capital, Módena, tiene anexa la pequeña localidad de Maranello, cuna y sede de Ferrari.

Italia empieza a implementar medidas sin precedentes para frenar el coronavirus

La prohibición de viajar impuesta por el ejecutivo italiano ha generado un serio problema para la Scuderia. Aunque la mayor parte de su equipo, o al menos la parte esencial, ya estaban de viaje en el momento en el que el Gobierno impuso el decreto de aislamiento que ha afectado a 16 millones de personas, buena parte del equipo aún tenían que desplazarse a Australia para el arranque del campeonato del mundo de Fórmula 1.

El decreto era claro: estaba prohibido salir o entrar de los territorios señalados, excepto por motivos inevitables de trabajo y situaciones de emergencia. Este es el punto al que se han agarrado desde la organización de Italia para pedir que sus trabajadores se desplacen.

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Un portavoz del equipo ha explicado a Motorsport.com la situación:

"Siguiendo las medidas anunciadas por el Gobierno italiano, estamos monitorizando y evaluando la situación y estamos en contacto con las autoridades relevantes y todas las organizaciones involucradas.

Para Ferrari, el cumplimiento de las regulaciones gubernamentales representa la principal garantía para asegurar a sus empleados y sus familias, que son nuestra prioridad. Cada decisión se tomará en base a este principio.

Parte del equipo ya ha llegado a Melbourne y las salidas para los miembros restantes del equipo continúan según lo programado, a menos que recibamos comunicaciones de lo contrario".

Los pilotos ya se encuentran en Australia. Tanto Sebastian Vettel como Charles Leclerc, así como otros competidores, han viajado con tiempo al país oceánico para el arranque del campeonato y lo han hecho con varios días de margen, no sólo para evitar que les dejen sin salir, sino también para adaptarse a los horarios.