Carlos Sainz se convirtió en el GP de Brasil en el cuarto español en lograr al menos un podio en la Fórmula 1. Antes que él lo habían hecho Alfonso de Portago (1), Pedro de la Rosa (1) y el piloto que metió la F1 en todas las casas de los españoles, Fernando Alonso (97).
La centésima vez que un piloto nacional se subió al cajón de un Gran Premio fue, irónicamente, sin subirse a él, ya que la resolución tardó varias horas y privó a Sainz del baño de champán junto a Max Verstappen y Pierre Gasly (el podio más joven de la historia, con 23 años, 8 meses y 13 días), pero ya es suyo en justicia.
La última vez que un español logró ser uno de los tres primeros en una carrera de F1 fue el 24 de julio de 2014, en el GP de Hungría. Más de cinco años han pasado desde entonces, en concreto 1.924 días, hasta que Sainz ha podido darle relevo a aquel cajón a un Fernando Alonso que fue el primero en alegrarse del hito de su buen amigo.
Las expectativas sobre Sainz están, de momento, cumpliéndose. Ya ha superado hace tiempo en puntos, en su primera temporada con McLaren, los cuatro años que estuvo el asturiano de regreso a Woking. El mejor año de Alonso fue el 2016, cuando logró 54, y Sainz ya lleva 95 a falta de una carrera. La frontera de los 100 puntos, algo que no logra ningún piloto de McLaren desde 2014, es un objetivo más que factible.
Además, Sainz está muy cerca de lograr un objetivo extra, que sirve de motivación para seguir creciendo. En una McLaren que ya tiene garantizado el cuarto puesto en el Mundial de Constructores, el español quiere fijar el sexto lugar final en la clasificación del Mundial de Pilotos. Llegará al GP de Abu Dhabi en este puesto, con 95 puntos y empatado con Pierre Gasly. Por detrás, Alex Albon, con 84, tratará de arrebatarle ese lugar a ambos.
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