Era un secreto a voces: Toyota ha confirmado a Fernando Alonso como uno de sus pilotos para el rally Dakar 2020. El piloto asturiano y Marc Coma, su copiloto, tratarán de acabar el raid más duro del mundo y confirmar que el aprendizaje del duro rally de Marruecos les ha servido para este reto.

Para Alonso será una aventura totalmente inédita. El asturiano empezó a tantear la idea en sus charlas con Carlos Sainz, que fue uno de los que le metió el 'veneno' del Dakar en el cuerpo a finales de 2018, cuando estaba acabando su etapa como piloto de Fórmula 1.

Ahora, un año después de aquellas conversaciones y tras unos cuantos test además de la disputa de la Lichtenburg 400 y del citado rally de Marruecos, Alonso se siente listo para el que puede ser el mayor reto de su carrera deportiva.

Alonso tendrá que competir contra auténticas leyendas del mundo del cross-country, empezando por el propio equipo Toyota. Y es que aunque Alonso sea el 'rookie' de lujo de esta edición del Dakar, lo más granado de los raids se darán cita. El primer gran 'coco' será Nasser Al-Attiyah, jefe de filas de Toyota y campeón del Dakar 2019, además de Giniel de Villiers (que cuenta con el español Álex Haro de copiloto), que fue el primer 'profesor' de Alonso en sus primeros test dakarianos. Junto a ellos estará el neerlandés Bernhard Ten Brinke, que ya sabe lo que es estar arriba en etapas del raid y que está entre las posibles sorpresas.

Los grandes rivales de Toyota serán los Mini. Al volante de los dos favoritos están Carlos Sainz y Lucas Cruz en uno y el matrimonio de Stepháne y Andrea Peterhansel en el otro. La dupla española y la que forman el trece veces campeón del Dakar y su esposa serán dos durísimos rivales para las opciones de Toyota.

Pero más allá de los rivales, el primer enemigo de Alonso y Coma en el Dakar será el propio raid, que estrena . La prueba que arranca el 5 de enero y acaba 12 días después le llevará desde Jeddah hasta la nueva ciudad de Al-Qiddiya, una suerte de Las Vegas a 40 kilómetros de la capital Riyadh. Por el camino se enfrentará a dunas de hasta 250 metros, pistas de tierra o laberintos como el Jabal al-Lawz, la “Montaña de las Almendras”.