Ahora que parecía que se había ganado el perdón de la grada y de su técnico, Ousmane Dembélé vuelve a estar en el ojo del huracán de las críticas por sus continuas faltas de puntualidad. Retrasarse dos horas en el primer entrenamiento previo a la Champions es el último, pero no el único, caso de indisciplina del francés, algo que por otro lado no pilla de nuevas al club.El excapitán blaugrana, Andrés Iniesta, visitó a sus compañeros en el entrenamiento del lunes, y este martes, en un evento publicitario, le preguntaron qué se puede hacer en el caso Dembélé. El jugador del Vissel Kobe pide paciencia. "Es difícil valorar una situación en la que no estoy dentro. Tiene que haber un rigor y unas normas y si no las cumple, tendrá que ponerse remedio. Ousmane es superválido para el club y no hay que matarlo, o matarlo cuando no haya remedio", dijo sonriendo.