Médicos de la ONU, obligados a evacuar su hospital en Haití por el peligro de saqueos

Sanjay Gupta, el único doctor que este viernes quedaba en el hospital de campaña de la ONU en Haití, atendía a 25 víctimas del terremoto al mismo tiempo y sin apenas instrumental médico: "Nunca he vivido una situación así. Es ridículo". El motivo: las autoridades de Naciones Unidas en el terreno, alertadas por la excasa seguridad, han obligado a su personal sanitario a abandonarlo, informa la CNN.

El resultado es un caos aún mayor del vivido desde el pasado martes, día del devastador terremoto, y del que un impotente Gupta ha dejado constancia con varios mensajes en Twitter. En ellos constata su preocupación por los saqueos e informa de la precaria infraestructura de su lugar de trabajo, sin apenas luz debido a la ruptura de los generadores.

La situación narrada por Gupta es un ejemplo de las condiciones extremas de necesidad que vive Puerto Príncipe, agravadas por la lentitud de la respuesta internacional y el nerviosismo que, en algunos casos, está conduciendo al pillaje y saqueo indiscriminado, como relata El país.

El presidente haitiano, René Preval, ha reconocido que "los hospitales están llenos" y el personal sanitario "abrumado". Escasea el combustible para poner en marcha el instrumental quirúrgico así como médicinas básicas para aliviar el dolor de los pacientes más graves.

El ministro de Salud, Alex Larsen, que ha proporcionado este sábado las primeras cifras oficiales de fallecidos, cerca de 50.000, ha informado de los ejes prioritarios de intervención frente a la tragedia: la salud pública, la ayuda humanitaria, los albergues provisionales, la logística para proveer agua y saneamiento, así como la reconstrucción.

"Tres días sin ayuda exterior"

Los heridos en el terremoto del pasado martes en Haití están muriendo en los hospitales, que están completamente desbordados, por falta de auxilio, de medicamentos y hasta de comida.  "Los que no se mueren por sus heridas, se mueren de hambre", denunció el director del Hospital General, Guy Laroche. "Aquí hace tres días que no llega ni un gramo de ayuda exterior", recalcó.

"He visto morir a heridos que tenían que ser amputados, entre gritos desgarradores, sin poder hacer nada por no tener ni material de amputación ni sangre para transfusiones", dijo Genevieve Reynold Savain, propietaria de la clínica privada CDTI, en el barrio de Sacré Coeur. Pero el caso más trágico es el del Hospital General, público, el mayor de la capital, con "2.000 cadáveres en sus instalaciones", indicó Laroche.

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