Según datos de UGT, en torno a un 15% de la población activa sufre acoso laboral en España.
Aunque el término se ha popularizado ahora, no hay más casos que antaño. De hecho, la psicóloga María Jesús Álava recuerda que antes se daba más la figura del abuso de poder, «lo que ocurre es que ahora se habla mucho de ello, por lo que tendemos a identificarnos con el problema más fácilmente».
Por la vía legal
A lo que no estaban habituados los Juzgados de lo Social era a recibir tantas demandas por acoso. La base legal para hacerlo es el artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores, que permite extinguir la relación laboral por incumplimientos empresariales, indica la Asociación de Abogados Laboralistas.
Si el trabajador gana el proceso, percibirá la indemnización legal por despido improcedente, a la que se sumará la solicitud de una indemnización complementaria por los daños y perjuicios causados por la vulneración de derechos fundamentales. La pega es que no todo el mundo puede prescindir de su trabajo, por lo que primero es recomendable buscar apoyo psicológico.
Sentencias favorables
José Luis P. C., asesor jurídico de un sindicato, denunció en 2003 a la organización por trato degradante y persecutorio, debido a que, sin justificación, le retiraron la secretaria, le impusieron un horario estricto –aunque tenía que salir y entrar constantemente de la oficina– y no le abonaron gastos de desplazamiento a los que tenía derecho. Ese mismo año, Jesús P. T., empleado de una empresa de material eléctrico, fue a los tribunales por ofensas verbales y físicas, cambio de funciones laborales, falta de asignación de puesto y privación del despacho. Los dos ganaron sus juicios.
¿Me hacen ‘mobbing’?
«Vivimos situaciones de mucho estrés que podemos confundir con mobbing», explica María Jesús Álava. Para estar seguros de lo que nos pasa, recomienda «escribir literalmente lo que esa persona nos ha dicho o hecho, haciendo constar el día y la hora». Cuando el trabajador esté sosegado, debe leerlo y mostrárselo a alguien a quien considere objetivo y con capacidad para ayudarle. Si la conclusión es que «alguien trata de hundirme», hay que conseguir que esas situaciones dejen de causar daño. «Si el acosador ve que tú eres más fuerte, dejará de intentar presionarte».
- Cuéntanos tu caso en nuestra sección de comentarios
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios