José Juan Arcéiz es el presidente del comité de empresa de Figueruelas, una planta que  vive sus semanas más duras. Magna, la futura compradora de la filial europea de General Motos, plantea recortar 1.600 puestos de trabajo y la producción del Meriva. UGT propuso el lunes una manifestación “masiva” en Zaragoza contra este proyecto.

¿Cuál es la situación tras el preacuerdo con Magna?

Los trabajadores no vamos a negociar, mientras ella no cambie sus planes de recortes, y a su vez Magna no comprará Opel, si ésta no acepta su proyecto industrial. Vamos a luchar por nuestros empleos porque en principio se quieren ahorrar 334 millones de euros anuales en los cuatro primeros años.

De los 1.500 millones que Alemania prestó a Opel, ¿cuánto dinero queda?

Según el ministro de Economía alemán habría liquidez hasta noviembre, y según otras fuentes, hasta enero.

¿Han apoyado lo suficiente las instituciones?

El trabajo de los gobiernos empieza ahora, han hecho lo que tenían que hacer, y estableceremos una estrategia común. Debemos permanecer unidos.

Hasta ahora la planta casi no se ha movilizado, ¿es cuestión de confianza en la empresa?

No. Hemos intentado negociar. Es más importante saber por qué te movilizas, que hacerlo sin más y ahora los empleos en Figueruelas sí que peligran. Usaremos las medidas más efectivas para defenderlos.

¿Está cerca el final de la operación?

Aún faltan meses para que Magna termine la compra y todavía tienen que realizarse muchas reuniones.

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