La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, considera que las discrepancias entre el Gobierno y el Banco de España sobre el futuro del sistema de pensiones están dentro de la "absoluta normalidad".

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega restó importancia a dichas discrepancias, un día después de que el titular de Trabajo, Celestino Corbacho, criticase al gobernador del organismo supervisor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, por haber cuestionado el superávit de la Seguridad Social y el futuro del sistema de pensiones.

La vicepresidenta primera señaló que las opiniones que tiene el Banco de España son, en "la mayoría de las ocasiones", coincidentes con las del Gobierno, y en otras, "como ahora, no", pero insistió en que es un organismo autónomo que tiene entre sus funciones la de asesorar al Gobierno, lo que no significa que el Ejecutivo tenga que estar de acuerdo con sus conclusiones.

Cierre con superávit

María Teresa Fernández de la Vega subrayó en cualquier caso que, como dijo ayer Corbacho, la Seguridad Social cerrará este año con superávit y el cobro de las pensiones está garantizado.

También recordó que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la conocida "hucha de las pensiones", ha pasado de tener 603 millones de euros en el año 2000 a contar con más de 57.000 millones al cierre del ejercicio pasado.

La vicepresidenta primera subrayó que el Gobierno "no va a dar ni un solo paso atrás en nuestro sistema de protección social", y destacó las subidas de pensiones mínimas y prestaciones, como el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), aprobadas en los últimos cinco años.

"Todo lo demás", dijo al aludir de nuevo a la polémica con Fernández Ordóñez, son "debates que se producen en el marco de una comisión", la de seguimiento del cumplimiento del Pacto de Toledo, "en la que se hacen reflexiones".