"El avión estaba calcinado y el fuselaje deshecho, había cadáveres carbonizados"

Familiares de las víctimas llegan al aeropuerto de Las Palmas.
Familiares de las víctimas llegan al aeropuerto de Las Palmas.
ELVIRA URQUIJO / EFE
Familiares de las víctimas llegan al aeropuerto de Las Palmas.

José Antonio y Antonio -padre e hijo- y trabajadores del aeropuerto de Barajas sacaron este miércoles al menos a siete personas heridas del avión accidentado en el que han muerto, al menos, 153 personas.

Ambos, en declaraciones a Telemadrid, explicaron que tras ver el accidente, les reunió su encargado, juntaron mantas y enseres y corrieron hacia el lugar del siniestro.

Pudieron ver niños entre las víctimas, uno vivo y otros dos muertos"

"En el río había gente muerta, otros estaban carbonizados, incluso los heridos tenían el 80% del cuerpo carbonizado", manifestó Antonio. Todavía afectado por el suceso, el padre relató que pudo ver a un piloto, que identificó por los galones, en el río, así como a una "azafata morena muy guapa, muerta". "Ibamos con las camillas y con los que no se podía hacer nada, los íbamos dejando", explicó abatido.

En este sentido, indicó que también pudieron ver niños entre las víctimas, uno vivo y otros dos muertos. "Uno de ellos nos pedía ayuda para salvar a su madre", señaló.

"Está todo quemado"

"No hay avión, está carbonizado. Sólo se ven los dos motores. Está todo quemado, no como otras veces, cuando ves accidentes, que se ve algo. Aquí no se ve nada", añadió, al tiempo que subrayó "el silencio que lo invadía todo, tras la catástrofe".

En un radio de unos 500 metros cuadrados había cadáveres carbonizados"
Padre e hijo, vecinos de Paracuellos del Jarama, relataron además que pudieron hablar, aunque con dificultad con una señora de unos 50 años, aparentemente británica; así como con una mujer colombiana "que preguntaba qué la había pasado" y repetía: "¿dónde está mi hijo?".

Un miembro de los servicios de emergencia ha relatado a 20 Minutos cómo es el escenario de la catástrofe. "El avión ha caído en un pequeño valle arbolado por donde corre un riachuelo. Está completamente calcinado y el fuselaje deshecho. En un radio de unos 500 metros cuadrados había cadáveres carbonizados o con traumatismos incompatibles con la vida".

"En la pista -asegura- había un trozo del motor del avión". "Se ha levantado un hospital de campaña, donde hemos atendido a 25 heridos graves, que luego han sido derivados a varios hospitales" asegura el testigo. "Ahora mismo sólo se están realizando labores de recuperación de cadáveres de entre los restos del avión" asegura. "Quiero destacar las labores de los servicios de Protección Civil y de la policía local y nacional" concluye.

Problemas en el aparato

Una de las pasajeras del vuelo de Spanair JK5022 siniestrado

telefoneó a su hermana para comunicarle que el avión se retrasaba por problemas en el aparato, según confirmó la hermana al llegar al Hospital Ramón y Cajal, donde se encuentra ingresada con múltiples abrasiones, fractura de costilla y de una pierna.

Fernanda, hermana gemela de la herida, explicó que había conversado telefónicamente con su hermana antes de despegar porque el avión llevaba retraso debido a que
se había encendido una luz roja en el aparato.

No se trata del único familiar que había recibido esta información, ya que desde Las Palmas de Gran Canaria, el abuelo de uno de los pasajeros señalaba que su nieto le había telefoneado para
informarle de problemas con el vuelo e indicaron que quizá cambiarían de aeronave.

Por su parte, Fernanda explicó que su hermana estaba siendo operada hacia las 18.30 horas de la fractura de una pierna y que estaba fuera de peligro. De hecho, estaba consciente y se había comunicado telefónicamente con Fernanda. Además, la víctima es trabajadora del SAMUR, lo que facilitó su identificación.

"No nos informaron de lo ocurrido hasta que pudimos contactar con nuestros familiares"
Una testigo que aterrizó instantes después de que se produjera el accidente,
aseguró que pudo ver "dos columnas de humo" provenientes del lugar del accidente, mientras el avión en el que viajaba se encontraba parado en mitad de la pista de aterrizaje, instantes después del siniestro.

En declaraciones a Europa Press, la testigo señaló que "tardaron 20 minutos en estacionar el avión", donde pudo ver "muchos coches de bomberos y ambulancias que se dirigían al lugar del accidente, pero afirmó que en la nave
"no les informaron de lo ocurrido hasta que pudieron contactar con sus familiares".

Por otro lado, una mujer que se dirigía al gabinete de crisis del aeropuerto madrileño, aseguró que
dos sobrinos suyos se encontraban en el avión, y entre lágrimas afirmó que temía por sus vidas, mientras la mujer angustiada corría por las escaleras mecánicas de Barajas.

Una vez en el aeropuerto, la testigo, al ver "el movimiento de la prensa, de autoridades del aeropuerto,
gente corriendo de un lado para otro y el gran número de ambulancias" que pudo observar, subrayó que "se hizo a la idea de la magnitud de lo que había sucedido".

"Desde luego,
me siento afortunada y siento mucho el dolor de la gente que haya podido resultar herida y si hay algún familiar que ha perdido a alguien lo siento mucho", puntualizó.
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