Un total de 1.887 inmigrantes han entrado en España de forma irregular en lo que va de año, de los que 1.238 lo han hecho por vía marítima y 649 por las fronteras de Ceuta y Melilla.

Son datos que ha ofrecido este miércoles en el Senado el Ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en una comparecencia en comisión para explicar, a petición propia y de los diferentes grupos, las líneas generales de la política que llevará a cabo su departamento en esta legislatura.

Tras recordar que la apuesta del Gobierno es favorecer una inmigración "legal y ordenada" que redunde en beneficio de quienes emigran y de quienes reciben a estas personas, Zoido ha desgranado los pilares sobre los que se asienta la política migratoria en España.

La cooperación bilateral con los países de origen y tránsito, sobre todo con Marruecos, la prevención en origen, el adecuado control las fronteras, la lucha contra las redes que trafican con personas y el retorno son esos pilares.

Convencido de la necesidad de una verdadera política migratoria común en la Unión Europea, Zoido ha abogado por la correcta transposición de directivas comunitarias, como el registro de nombres de pasajeros o la de retorno.

Ha recordado el anuncio que hizo en el Congreso de un plan de mejora de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), que se diseñará con la participación de una mesa de trabajo a la que Interior ha invitado a representantes de todos los grupos políticos.

Poco después de reconocer las discrepancias que pueden darse entre las distintas fuerzas políticas sobre los refugiados, Zoido sí les ha instado a estar de acuerdo en la necesidad de que el Gobierno central y las autonomías colaboren para "hacer de los compromisos adquiridos realidades palpables".

Y ha ofrecido datos de la solidaridad de España, que "ha abierto sus brazos" y ha acogido a más de 1.140 refugiados tanto por el proceso de reubicación como por el de reasentamiento.