El portavoz del Gobierno y ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, ha recalcado este viernes a la presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell, que la Justicia "no responde a ningún tipo de presión", al tiempo que ha subrayado que en España no hay "impunidad" y, por lo tanto, "todos" están sometidos a la ley y "nadie puede tener carta blanca para desobedecer las leyes".

Así se ha pronunciado después de que Forcadell haya tildado de "ataque a la democracia" su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que la investiga por permitir el debate de las conclusiones de la comisión del proceso constituyente y haya afirmado que ningún tribunal puede "impedir que el Parlamento catalán debata la independencia".

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Méndez de Vigo ha asegurado que en España la Justicia "es independiente" y "no responde a ningún tipo de presión" del poder político, del poder económico o de manifestaciones de ningún tipo. Según ha añadido, los jueces en España "juzgan y dictan sentencias según su criterio".

"Insinuar que la Justicia en España no es independiente o está sometida a presiones, no solo es falso sino que también es injusto con los jueces que realizan profesionalmente su labor", ha enfatizado, para recordar que durante la redacción de la Constitución española se hizo especial hincapié en esa independencia del Poder Judicial y tuvo un papel destacado profesores como el socialista Gregorio Peces Barba.

Además, De Vigo ha afirmado que en España "no hay impunidad" y ha recordado que todos están sometidos al imperio de la ley. "Nadie puede tener carta blanca para desobedecer las leyes o para actuar con impunidad, y menos aquellos que cumplimos una función pública porque si desoímos lo que dice un tribunal es muy difícil que podamos pedirle a los ciudadanos que hagan lo propio", ha apostillado.

Por eso, el portavoz del Gobierno ha insistido en que todos, incluida Forcadell, debe responder ante la Justicia y respetar las decisiones judiciales "como cualquier otra persona", algo que pasa "en toda Europa".

Además, Méndez de Vigo ha confiado en que el presidente de la Generalitat, Carles Puidemont, asista finalmente a la Conferencia de Presidentes que Rajoy ha convocado el 17 de enero en el Senado, ya que, según ha explicado, es un foro para hablar de los temas que preocupan a los ciudadanos. De hecho, ha señalado que aquel que no quiera venir tendrá que "explicar por qué no viene" porque se van a debatir cuestiones como las relativas a los servicios públicos esenciales.

"Cualquier tiempo es bueno para reunirse y para hablar y eso es lo que el Gobierno ofrece y se compadece mal con la declaración del presidente de la Generalitat diciendo que no quiere acudir", ha manifestado, para agregar que sería "un buen gesto" que asistieran tanto él como el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, (también ha adelantado que no irá).

De hecho, el ministro ha advertido de que son los ciudadanos los que apreciarán esas "diferencias" entre una política de mano tendida y de diálogo para "escuchar y tomar decisiones en común" que afectan a todos y la política que practican aquellos que "no quieren ir" a esa reunión de la Conferencia de Presidentes. "Nuestro diálogo es con los ciudadanos y ellos son los que al final juzgarán cuáles son las actitudes correctas y cuáles son las actitudes equivocadas", ha aseverado.

Ante el hecho de que las defensas de Artur Mas y de las consejeras Joana Ortega e Irene Rigau han pedido que en el juicio por la consulta del 9-N declaren como testigos Mariano Rajoy y el ministro de Justicia, Rafael Catalán, el portavoz del Gobierno ha asegurado que respetarán lo que decidan los tribunales.

"Estamos a lo que digan los tribunales siempre", ha dicho, para añadir que el Gobierno obedecerá lo que digan como hace siempre porque es "obligación de todos". Dicho esto, ha insistido en que "nadie esta por encima de la ley" y "todos están sometidos a lo que dice la ley".