Fukushima, cinco años después: 174.000 desplazados y solo el 10% de la central desmantelado

  • 174.000 personas permanecen alejadas de sus hogares tras haber sido evacuadas por el accidente nuclear de Fukushima ocurrido hace cinco años.
  • El objetivo del gobierno japonés es que estas personas vuelvan a casa en 2017, pero Greenpeace pone en duda que su seguridad esté garantizada.
  • La organización ecologista denuncia que los trabajos de descontaminación están siendo "poco metódicos", "inadecuados" e "ineficaces".
  • Por el momento sólo se ha completado el 10% del desmantelamiento de la planta atómica dañada, un proceso que se prevé que dure entre 30 y 40 años.
El accidente en Fukushima es uno de los ejemplos más recientes de emergencia radiactiva.
El accidente en Fukushima es uno de los ejemplos más recientes de emergencia radiactiva.
EFE
El accidente en Fukushima es uno de los ejemplos más recientes de emergencia radiactiva.

La herida nuclear de Fukushima aún supura. Han pasado cinco años ya desde que un tsunami se llevara por delante la vida de al menos 15.894 personas y provocase el peor accidente nuclear desde Chernóbil. 174.000 personas permanecen todavía alejadas de sus hogares a causa del desastre. En una controvertida decisión, el Gobierno nipón se ha puesto como objetivo que esas personas regresen a sus hogares en los próximos dos años a pesar de que la descontaminación de esas zónas está muy lejos de estar plenamente acreditada.

El 11 de marzo de 2011 un terremoto de magnitud 9 en la escala Richter desató un tsunami que devastó el nordeste de Japón. La furiosa ola, además de destruir unos 400.000 edificios, impactó contra la central nuclear de Fukushima Daichi causando la pérdida de energía del complejo. Los tres reactores de la central, que se encontraban operativos, se apagaron automáticamente al tiempo que se perdía el control de los sistemas de refrigeración.

Esto causó un aumento de la presión y la temperatura de los reactores, que el 12 de marzo no aguantaron más y comenzaron a sufrir escapes radiactivos que no fueron completamente detenidos hasta abril. Además de las emisiones atmosféricas, que el viento se encargó de distribuir en distintas direcciones, el accidente produjo vertidos de agua radiactiva al océano Pacífico. Por el momento sólo se ha completado el 10% del desmantelamiento de la planta atómica dañada, un proceso que se prevé que dure entre 30 y 40 años.

Convivir con la radiación o dejar atrás tu hogar

Muchas de las personas que se vieron afectadas por el desastre se enfrentan todavía a un futuro incierto. La tragedia obligó a 470.000 personas a ser evacuadas sus hogares. De ellas, 174.000 permanecen aún desplazadas y 60.000 viven en barracones. El gobierno japonés tiene como objetivo que en 2017 la mayoría de personas evacuadas regresen a sus hogares.

Sin embargo, un informe de la asociación ecologista Greenpeace denuncia que los trabajos de descontaminación del Gobierno japonés son “poco metódicos”, “inadecuados” e “ineficaces”. A su modo de ver, es “obvio” que la población continuará expuesta a la radiación una vez se levante la orden de evacuación y que la mayoría de zonas contaminadas permanecerán inhabitables durante décadas.

Las mediciones llevadas a cabo por los expertos de Greenpeace exponen que, en el área afectada, la radiación oscila entre dos y doce microsievert por hora. Los organismos internacionales aconsejan, en condiciones normales, una exposición de 1 milisievert por año y, en caso de accidente nuclear, la Agencia Internacional de la Energía Atómica eleva la cifra a 20.

Sólo alrededor de la central de Fukushima la basura radiactiva cubre un área de 16 kilómetros cuadrados. En 2015 se utilizaron 9,16 millones de bolsas de de basura —cuya durabilidad suele rondar sólo los tres años para almacenar los residuos. Cinco años después de la tragedia aún se desconoce cuál será el destino final de los residuos almacenados.

Por todo ello, los ecologistas acusan al gobierno nipón de querer pasar por encima del bienestar de los desplazados con el objetivo de mostrar una imagen de normalización para que la población deje de oponerse a la energía nuclear.

Las consecuencias sanitarias aún son un interrogante

A pesar de haber pasado 30 años del del accidente nuclear de Chernóbil, todavía se desconocen todos los efectos sanitarios de la catástrofe. Por ello es dificil evaluar las consecuencias del accidente de Fukushima, occurrido sólo hace un lustro.

Muchos expertos mantienen que los verdaderas consecuencias del accidente sólo podrán evaluarse a largo plazo. Sin embargo, algunas instituciones han realizado algunas primeras estimaciones al respecto, con una notable divergencia de resultados.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad Médica de Fukushima durante los últimos cinco años concluye que la radiación emanada de la planta "no ha tenido ningún impacto apreciable" sobre la salud de los habitantes de la zona, al no detectarse mayor prevalencia de enfermedades como el cáncer.

En cambio, el grupo ecologista Greenpeace afirma que se han detectado mutaciones en plantas y animales de la zona, así como "altas concentraciones de radiación" en determinadas especies, a partir de investigaciones independientes y de la organización.

Los ecologistas aseguran también que se ha registrado un aumento del índice de mortalidad entre las personas evacuadas, un incremento en los casos de cáncer de tiroides. Además, reportan tener constancia de que trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el estrés postraumático son más comunes de lo habitual entre los afectados.

El Gobierno está firmemente decidido a reabrir centrales

El país nipón se encuentra actualmente en una situación de apagón nuclear casi completo. Cinco años después del accidente, de los 43 reactores nucleares en condiciones operativas que posee Japón, sólo dos se encuentran en activo. El plan del Gobierno, en cambio, es hacer que Japón genere entre al menos 20% de su electricidad a partir de la fisión nuclear para 2030.

El Ejecutivo conservador que preside Shinzo Abe, refrendado en las urnas en 2014, subraya que si Japón pretende dar un importante empujón a su economía, puede y debe volver a confiar en las nucleares. Según explicó este jueves, la apuesta por esta energía es “imprescindible para lograr la estabilidad del suministro eléctrico”.

El temor y el rechazo a lo nuclear siguen muy presentes en Japón cinco años después de pese a la insistencia del Gobierno en reabrir centrales. Las últimas encuestas revelan que el 55,3% de los japoneses rechaza la reapertura de plantas por miedo a que se repita otra tragedia.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento