Londres reimagina a Botticelli con las visiones de Warhol, Dolce & Gabbana, LaChapelle...

  • El Victoria y Alberto programa 'Botticelli reimaginado', una exposición sobre arraigo del pintor en la conciencia pública, el arte, el diseño, la moda y el cine.
  • El ideal de belleza ambigua y agnóstica de Sandro Botticelli (1445-1510) fue recuperado por los prerrafaelitas. Antes había sido despreciado por tres siglos.
  • El renacentista, que murió en la pobreza, es considerado hoy 'global, moderno y contemporáneo'. La muestra expone obras del maestro y sus admiradores.
Una venus de rasgos asiáticos pintada por Yin Xin pero inspirada en la de Botticelli
Una venus de rasgos asiáticos pintada por Yin Xin pero inspirada en la de Botticelli
Private collection, courtesy Duhamel Fine Art, Paris
Una venus de rasgos asiáticos pintada por Yin Xin pero inspirada en la de Botticelli

A los 570 años de su nacimiento en Florencia y a los 505 de su muerte en la misma ciudad, Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi, apodado como artista Sandro Botticelli (1445-1510), está consiguiendo que su memoria e influjo colmen las efemérides para constatar que se trata de un genio "global, moderno y contemporáneo" cuyo arte está firmemente arraigado en la conciencia pública, el arte, el diseño, la fotografía, la moda, el cine, la publicidad... La exposición Botticelli Reimagined (Botticelli reimaginado) es una de las citas irremediables de la primavera.

El museo londinense Victoria y Alberto (V&A), uno de los más acreditados del mundo en el área de las artes aplicadas, recoge el testigo de la Gemäldegalerie de Berlín, que expuso una primera versión de la muestra coorganizada por ambas pinacotecas bajo el título de The Botticelli Renaissance (El renacimiento de Botticelli). Con contenido y recorrido diferentes, la exposición de la capital inglesa se estrenará el 3 de marzo y acabará, si no hay ampliación de fechas, el 3 de julio. Las entradas, a 15 libras esterlinas por tique estándar, ya están a la venta y el museo alerta de una fuerte demanda anticipada.

Belleza ambigua

Colocado de manera sólo justificada por el capricho de las modas entre los artistas de segunda categoría durante 300 años, entre los siglos XVI y XIX y eclipsado por los prodigios de Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel, Botticelli no pintaba para su tiempo. Era neoplatonista y fusionaba lo cristiano con lo pagano de una forma que algunos calificaron de herética, presentando la belleza con una ambigüedad nada frecuente en su tiempo. Sólo el redescubrimiento del artista gracias al prerrafaelismo inglés hizo justicia y devolvió al florentino el papel con el que hoy es señalado en las historias del arte: el artista que representó con mayor elegancia e intelecto la gracia —el estado de inocencia original de los seres humanos— del romanticismo cristiano.

Para los museos que coorganizan la muestra el valor como visionario de Botticelli —que realizó en su vida entre 150 y 180 0bras— no admite discusión alguna. "Es uno de los más grandes artistas del Renacimiento y 500 años después de su muerte su célebre imaginería ha cerrado el círculo y representa el ideal de belleza contemporánea (...), que ha impregnado nuestra memoria visual colectiva", dice el director del V&A, Martin Roth, en unas declaraciones difundidas por la pinacoteca londinense.

La tercera parte, obras de Botticelli

En las 150 obras que pueden verse en Botticelli Reimaginedla mayor exposición sobre el artista celebrada en el Reino Unido desde 1930—, la tercera parte son firmadas por el maestro o partieron de su taller. Las demás son ejemplos de cómo el pintor ha renovado su vigencia con el paso del tiempo, con cuadros, diseños de moda, dibujos, fotografías, películas, tapices y esculturas donde Botticelli late con una fuerte intensidad en las piezas de sus admiradores, entre ellos Dante Gabriel Rossetti, Edward Burne-Jones, William Morris, René Magritte, Elsa Schiaparelli, Andy Warhol, Dolce & Gabbana y Cindy Sherman.

Dividida en tres áreas nominadas según los adjetivos que los promotores aplican al pintor —"global, moderno, contemporáneo"—, el recorrido busca mostrar como la imaginería de Botticelli ha alcanzado "su nivel actual de éxito". La primera sección, Global, está dominada por la repercusión de la obra emblemática del pintor, La nascita di Venere (El nacimiento de Venus, 1486), el despampanante cuadro pintado al temple por Botticelli con la bella Simonetta Vespucci, la primera musa del arte occidental, posando como modelo para el nacimiento sobre las aguas, como una mujer adulta, de la diosa del sexo, el deseo y el amor.

El original, inamovible

Aunque el original no ha sido cedido por la florentina Galería de los Uffizi, que considera la obra inamovible, se presentan algunas de las muchas citas que la pintura ha merecido, como Details of Renaissance Paintings (Sandro Botticelli, Birth of Venus, 1482), la versión pop de Warhol de 1984, o Venus After Botticelli (2008), donde el chino Yin Xin redibuja a la musa con rasgos asiáticos; la recargada y artificiosa foto de David LaChapelle Rebirth of Venus (2009), y los retratos de adolescentes en playas de Reineke Dikjstra.

Dos escenas cinematográficas son también mostradas: la de Ursula Andress saliendo del mar con una concha en la mano en la primera película de la saga del agente 007, Dr No (1962), y Uma Thurman en Las aventuras del Baron Munchausen (1988) emulando con fidelidad el cuadro de Botticelli.

Tres retratos de Simonetta, que murió a los 23

La última sala está dedicada a las obras del maestro. Destacan el único cuadro que firmó y dató, La Natividad Mística (1500); tres retratos para los que posó la gran musa del artista, la legendaria Simonetta Vespucci, entre ellos el póstumo —la muchacha murió, presuntamente de tisis a los 23 años—, y el exquisito Palas y el Centauro, que nunca se ha exhibido en Londres.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento