Los diputados de la CUP en el Parlamento de Cataluña Bernat Salellas y Albert Botran han propuesto al cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, como candidato a presidente de la Generalitat.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Salellas ha subrayado que el exdiputado ecosocialista "reúne el perfil" para ser investido jefe del Ejecutivo catalán. Ha asegurado que para llegar a un pacto no se puede hablar de blancos y negros. "Y para nosotros el gris es Raül Romeva", ha añadido.

En el mismo sentido, su compañero de partido Albert Botran ha explicado en una entrevista en TV3 que Romeva "es la figura que reúne la transversalidad y podría ser muy buen candidato a presidente". "Nosotros hemos puesto sobre la mesa un nombre. Si no le convence a JxSí, tiene sobre la mesa la pelota y nos puede proponer otro", ha instado.

Salellas sin embargo se ha mostrado abierto a otras posibilidades para integrar a Artur Mas: "La presidencia no tiene que estar en manos de Mas. ¿Pero que tiene que estar en este Govern o a través de otras fórmulas que podemos imaginar y hemos estado hablando con él? Pues venga".

Salellas ha lamentado que el discurso del presidente en funciones de la Generalitat fue un "chantaje absolutamente intolerable" por señalar que el proceso quedará encallado si no le invisten. Ha sostenido que el proceso soberanista es de los ciudadanos y no de un político, y ha advertido: "No queremos un nuevo Pujol y confundir país con persona".

Tras estas declaraciones, el propio Romeva ha dicho en declaraciones a Telecinco que la posibilidad de que él sea candidato a president "en estos momentos no está sobre la mesa". "Hoy vamos a valorar la propuesta que hizo Mas este lunes; es lo que toca hacer", ha señalado. El diputado catalán ha insistido en que no cree "que en estos momentos haya ninguna duda por parte de nadie de quién es el candidato de JxSí".

Preguntado por si Mas es imprescindible, Romeva ha respondido que "nadie es imprescindible, absolutamente nadie. Si algo caracteriza al proceso es su transversalidad". Esto demuestra en su opinión que el proceso "ni es una obsesión de Mas ni es una dificultad para que pueda formar parte".

En ese sentido ha declarado que reducir todo el proceso a Mas es un error, pero excluirle también, ya que hay "una parte muy importante, singular y representativa de la sociedad que se siente identificada con él", por lo que ha considerado que no se le debe apartar.