"La coalición que ahora me propone como candidato obtuvo más del 40% de los votos". Así ha arrancado la intervención de Artur Mas en el Parlamento de Cataluña para pedir al pleno su "confianza" para ser nombrado presidente de la Generalitat como candidato de Junts pel Sí.

Aplausos de los suyos y banderas españolas en la bancada de la oposición han acompañado su paseíllo al estrado, donde ha comenzado su discurso poco después de las 17.00 horas de este lunes.

"Nadie puede hablar ahora de mayorías silenciosas. Han hablado las urnas y el resultado en bien claro. El sí no llega al 50% por muy poco", ha añadido Mas en referencia a los resultados del 27-S que, a su juicio, les faculta para iniciar el proceso independentista.

"El Gobierno central sigue negando la realidad de lo que ocurre en Cataluña. La expresión democrática de un pueblo altamente movilizado y con ansias de libertad. Un Estado que a día de hoy sigue dando la espalda al diálogo y a la negociación", ha dicho.

Mas se ha referido a la ronda de contactos mantenida por Rajoy con los principales líderes políticos, pero "no ha pedido reunirse con ningún representante de la sociedad y la política catalanas", ha aseverado.

"Un Estado que trata a los demócratas como si fueran delincuentes", ha recordado Mas en referencia a su imputación y la de dos miembros Mas del anterior Govern por sacar las urnas a la calle el 9 de noviembre de 2014, hace justo un año.

"Las cosas han cambiado, y mucho, en Cataluña", ha considerado el aspirante a president en un discurso dedicado exclusivamente al "plebiscito" del 27 de septiembre. "No sobra nadie, lo repito, no sobra nadie". "Hay que completar este trabajo en los próximos meses", ha dicho Artur Mas, que ha agregado que "nadie puede parar la voluntad de la mayoría".

En un mensaje velado a la CUP, Mas ha advertido de que el proceso catalán quedará "encallado" al menos "durante un tiempo" si no se inviste president y, por tanto, no se constituye gobierno. El líder de CDC ha recurrido a una metáfora marinera al advertir de que "si no hay suficiente sintonía entre el timón y las velas, puede pasar que la embarcación vuelque y no se pueda enderezar".

Tras 21 minutos de intervención, Artur Mas seguía centrado en el proceso independentista como primer y único punto de su proyecto político para ser revalidado como president de la Generalitat.

"Presento mi candidatura para lograr los objetivos" y en el plazo de "18 meses" el pueblo de Cataluña tendrá que volver a las urnas para decidir la forma de la futura Constitución catalana, ha dicho.

En la segunda parte de us intervención, Artur Mas ha planteado los "valores a los que nos tenemos que acercar": equidad, justicia, igualdad...

Mas ha invitado al Estado a "leer con serenidad" los resultados del 27-S y aprovechar el "margen para la negociación" que cree que todavía tiene en el proceso independentista catalán. En la primera parte de su discurso como candidato a la reelección en la primera sesión de investidura del Parlament, Mas ha hecho este llamamiento, pero ha avisado a las instituciones españolas de que el camino hacia a la independencia "no lo puede parar nadie".

El president en funciones ha asegurado que el resultado de las pasadas elecciones "legitima" el proceso y por eso pone el plan sobre la mesa. De la misma manera, ha reafirmado que alcanzar la plena soberanía de Cataluña y la confección de una futura constitución catalana son "un reto gigantesco" en el que "no sobra nadie", y ha hecho un llamamiento a "todos" para participar en este proceso.

Mas ha recordado en su discurso que el paro en Cataluña ha bajado al 17,5% pero cree que es "no es suficiente". "Cataluña tiene que aspirar a tener unas tasas de ocupación como las de Austria, Finlandia y Dinamarca", ha afirmado.

El president en funciones ha nombrado un listado de infraestructuras y planes a implantar en una futura Cataluña independiente para suplir "déficits crónicos" del Estado: "Desde un plan de Rodalías a la falta de inversión en carreteras, como las de Tarragona; un modelo de gestión individualizada de los aeropuertos; poner en marcha la L9 del metro a partir de febrero del año que viene y la tarjeta T-Mobilitat; un pacto nacional para la transición energética...".

Ha destacado al final de este decálogo la creación de la nueva Hacienda catalana, "un caballo de batalla para los catalanes", ha dicho Mas. El Estatut de 2006 preveía un modelo en consorcio "que nunca se ha hecho realidad", ha recordado el president. La plena autonomía en materia fiscal pasará de un modelo de "control y persecución" a un modelo de "cooperación y confianza", para el que ya están trabajando "los mejores técnicos".

En la tercera parte de su intervención, Mas ha hablado de un país "de buenas prácticas" tras la crisis de confianza en las instituciones  y la política. "Es necesario que todos sepan que las instituciones son claras y seguras, limpias y transparentes" y de ahí que la creación de un nuevo Estado sea una manera de "nueva política" y de hacer un Estado "más cercano a la ciudadanía".

"Damos el pistoletazo de salida al nuevo proceso constituyente y lo hemos de hacer con rigor y solvencia", ha añadido Mas. "Para dar consistencia al todo el proceso político nos hace falta no un gobierno en funciones sino definitivamente constituído, de ahí la importancia de esta investidura", ha remarcado el president en esta tercera parte de su alocución. "No hemos de repetir los errores del pasado" con un nuevo Estado que pertenezca a la Unión Europea, ha confirmado.

Su discurso ha entrado en el final con reflexiones lanzadas a la cámara: "Tenemos la oportunidad de hacer un país nuevo y mejor del que tenemos en todas sus dimensiones. Solo de vez en cuando los países se encuentran con encrucijadas como esta, se trata de escoger entre los caminos posibles. Unas llevan hacia los lugares de origen, los más conocidos y seguros, otras son tiempo perdido y energía malgastada, otros vías llenas de espinas pero que si las consigues recorrer puedes llegar hasta el final y contemplar un horizonte lleno de oportunidades".

"Estamos en un camino que marcará el rumbo para muchos años y generaciones", por eso es muy importante no equivocarnos en el camino a escoger. Hemos de escoger entre subordinación y libertad. La subordinación es cómoda pero tiene un coste y la libertad no pero tiene un precio. En 2014 celebramos el Tricentenario de la pérdida de las libertades, la cruz de la subordinación obligada, pero también celebramos el centenario de la Mancomunitat, un aire de libertad", ha ido desgranando Mas.

"Hay caminos intermedios y, es cierto, pero no dependen de nosotros sino de la voluntad del Estado de abrirlos o de tapiarlos. En la larga historia del catalanismo se ha apostado reiteradamente por los caminos intermedios o terceras vías. Se ha desarrollado una larga cadena de más de 100 años de terceras vías, como la del Estatut abortado por Primo de Rivera, la de la República, el de 1977, el de Sau de 1979, y el de 2006. Más de 100 años de caminos intermedios con sus largos periodos dictatoriales fruto de sublevaciones contra el orden establecido y las leyes vigentes. No hemos priorizado del todo la libertad, es lo que siempre ha hecho Cataluña. Tras tantos intentos de encajes, ¿dónde estamos? Les pido que se hagan estas preguntas: ¿Se nos reconoce como nación? ¿Se protege a nuestra lengua? ¿Podemos aplicar el sistema de inmersión lingüística en nuestra educación sin injerencias continuas, el déficit fiscal, fuente de desigualdades sociales y económicas, inversión en infraestructuras...?", ha enumerado Mas.

"En el fondo es la intolerancia del Estado español y de sus élites de aceptarse como un Estado plurinacional y de intolerancia a la realidad nacional catalana, que no viene de ahora y que sigue manifestando 40 años después de la muerte de Franco" ha dicho Mas, que ha hablado de "falta de respeto y de tolerancia" a Cataluña.

"Un arranque tan potente de legislatura se merece un Govern a la altura de los retos", ha declarado Mas hablando de su investidura como president. "Sabemos que la navegación no será plácida, más bien al contrario", ha añadido. "Quedarnos parados sería un precio demasiado alto tras haber recibido un mandato tan claro para navegar". Así ha finalizado su intervención, una hora y media después, tras la cual la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha procedido a suspender el debate de investidura hasta este martes a las 10 de la mañana.