Un estudio de tres años desvela al renacentista Matteo Palmieri, promotor del humanismo cívico

  • En 'Visiones del Paraíso', la National Gallery de Londres expone nuevos datos sobre la figura fundamental del pensador florentino que preconizaba la 'virtud ciudadana'.
  • Palmieri (1406–1475) fue el autor del libro 'De la vida civil', obra pionera sobre la participación en los asuntos públicos y su correcta función.
  • Encargó y dirigió al pintor Francesco Botticini en 'La ascensión de la Virgen', un gran retablo que resume el pensamiento de Palmieri y presidió su tumba.
  • La grandiosa pintura, de 2,28 por 3,77 metros y tildada de herética por la Iglesia, es mostrada por primera vez desde 2011 y ha sido restaurada.
El espectacular retablo 'La asunción de la Virgen', de Botticini. Palmieri aparece abajo a la izquierda, arrodillado
El espectacular retablo 'La asunción de la Virgen', de Botticini. Palmieri aparece abajo a la izquierda, arrodillado
© The National Gallery, London
El espectacular retablo 'La asunción de la Virgen', de Botticini. Palmieri aparece abajo a la izquierda, arrodillado

Grandes espacios en blanco e incógnitas puntean la vida de Matteo Palmieri (1406–1475), un pensador e historiador florentino que dedicó su vida a postular que la virtud —del latín virtù, una derivación de vir, hombre— era la más importante y deseable condición de los seres humanos. Además del sentido cristiano de la palabra —de la que derivan las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza—, Palmieri añadía la idea pionera de la virtud ciudadana, que preconizaba la participación en los asuntos públicos para que funcionaran con corrección, justicia e independencia.

Autor de un libro capital en su tiempo, Della vita civile (De la vida civil), editado póstumamente en 1528, de Palmieri es posible saber algo más ahora, después de tres años de investigación promovida por la National Gallery de Londres. La exposición Visions of Paradise: Botticini's Palmieri Altarpiece (Visiones del Paraíso: el altar de Boticcini para Palmieri), que acaba de inaugurar la pinacoteca y estará en cartel hasta el 14 de febrero de 2016, ilumina esta figura fundamental del humanismo cívico del Renacimiento.

Como un humilde sirviente

El museo ha dedicado los tres últimos años a la investigación detallada de una de las joyas de su colección, La ascensión de la Virgen, pintado por Francesco Botticini (1446-1498). Es un retablo de grandes dimensiones —2,28 por 3,77 metros— que fue colocado en la tumba de Palmieri en la iglesia de San Pedro Mayor de Florencia. Representa a María subiendo a la bóveda celeste, poblada por ángeles, arcángeles y apóstoles y presidida por Cristo, mientras deja abajo la ciudad florentina, en cuyo suelo se arrodilla, como un humilde sirviente situado en la esquina inferior izquierda del retablo, el propio Palmieri acompañado por su mujer, Niccolosa.

La pasmosa y rica obra —adquirida por la National Portrait en 1882—, que fue culminada tras la muerte de Palmieri, fue quizá dirigida por él mismo, que ilustró al pintor en las ideas simbólicas que deseaba incluir.  Los seres celestiales, por ejemplo, aparecen representados con una disposición jerárquica que emula a los gobiernos humanos —Jesús sería el presidente; los apóstoles, los ministros, y los ángeles, los altos funcionarios—.

'Ideas provocativas'

Los santos, al contrario del dogma de la época, no dominan a los ángeles, una idea que Palmieri desarrolló en el poema La città di vita (La ciudad de la vida, 1465), una obra considerada herética por la Iglesia, que prohibió la reedición del libro. Tanto el poema como, por extensión, el retablo fueron condenadas por teólogos y eruditos integristas por sus "ideas provocativas sobre el origen del alma humana y la noción de libre albedrío".

La exposición de Londres aprovecha los nuevos datos encontrados por sus expertos tras el análisis del retablo para explorar la "fascinante vida" de un pensador avanzado a su tiempo que probablemente encargó el retablo para dejar constancia del ideal de la "virtud ciudadana" y entregar a la ciudad de Florencia "un legado" con el desarrollo artístico de la idea. Amigo de la poderosa familia de los Medici, patrona de la ciudad y mecenas de las artes, Palmieri optó por actuar con cautela y entregar su mensaje al mundo con elipsis y metáforas.

Recitaba de memoria a Platón y Aristóteles

"Verdadero hombre del Renacimiento", dicen desde el museo, que se formó en su  Florencia natal como boticario, estudió filosofía y retórica con los grandes eruditos humanistas de la época, escribió libros de historia, biografías y poesía y ejerció el cargo de Gonfaloniere di Giustizia, uno de los más altos en el gobierno de la ciudad, ya que estaba encargado de dictar arbitrios y sentencias en casos de disputas civiles. Era un experto en literatura clásica capaz de recitar de memoria obras de Cicerón, Platón, Quintiliano, Plutarco y Aristóteles y participaba con asiduidad en los debates públicos entre los humanistas cívicos florentinos.

La exposición se explaya en la "colaboración creativa" de Palmieri y Botticini. El primero, según documentos de la época que ha analizado el museo, "aconsejó directamente al pintor" sobre el diseño del gran panel y su composición en dos hemisferios: el terrenal, con Florencia y sus alrededores pintados con detalle, y la "extraordinaria cúpula" del cielo poblado de santos y ángeles en la parte superior. El retablo, que originalmente se había exhibido colgado a varios metros del suelo, estaba en restauración y estudio desde 2011 y ahora se puede ver a la altura de los ojos por primera vez.

La sustitución del retablo 'herético'

Además del retablo, pieza central de la exposición, la muestra incluye otras 30 obras, entre ellas un políptico monumental de Jacopo di Cione y su taller, realizado para el altar mayor de San Pedro Mayor alrededor de 1370 y que, al parecer, fue desmontado y colocado en la tumba de Palmieri para sustituir al retablo herético. También se exhibe una reconstrucción tridimensional de la iglesia, un edificio destruido en gran parte en el siglo XVIII.

"Durante siglos, los autores, poetas y pintores han utilizado la visión como motivo para explorar y expresar deseos y creencias profundamente arraigadas sobre la identidad humana, la naturaleza del universo y la vida futura", dice Jennifer Sliwka, responsable de Arte y Religión del museo londinense. "La Asunción de la Virgen es una colaboración entre un artista y un mecenas en el que las visiones de la patrona del Paraíso, tanto en la ciudad ideal en la Tierra como en el Cielo, se realizan".

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