El gusto sofisticado del arte florentino bajo el enorme poder de los Médici, en una exposición

  • El museo parisino Jacquemart-André abre la temporada con una muestra temática sobre el mecenazgo artístico del poderosísimo clan florentino.
  • Obras maestras del manierista Pontormo y sofisticados retratos de Bronzino y Salviati, entre las 'joyas' de una exposición con importantes donaciones.
  • La familia Medici, cuyo lema era 'el dinero para conseguir el poder, y el poder para guardar el dinero', adoraba la pompa y llegó a influir en toda Europa.
Retrato pintado por Bronzino de la española Leonor de Toledo, esposa de Cosme de Médici
Retrato pintado por Bronzino de la española Leonor de Toledo, esposa de Cosme de Médici
Prague, NárodnÍ Galerie © National Gallery of Prague 2014
Retrato pintado por Bronzino de la española Leonor de Toledo, esposa de Cosme de Médici

El museo parisino Jacquemart-André abre la temporada de las grandes exposiciones que se avecinan con Florence, Portraits à la cour des Médicis (Florencia, retratos en la corte de los Médici), una muestra sobre el mecenazgo artístico de una de las familias más poderosas del mundo, el clan cuyo lema dejaba clara una pretensión: "el dinero para conseguir el poder, y el poder para guardar el dinero".

Aunque durante su estancia sobre el mundo, entre los siglos XIV y XVII, el linaje fue conocido por su influencia económica y política —de la genealogía salieron cuatro papas, numerosos dirigentes de su cuartel general, Florencia, y miembros de las casas reales de Francia e Inglaterra—, la historia se ha quedado con el papel de los Médici como patrocinadores desinteresados de las artes y las ciencias.

Miguel Ángel, Donatello, Fra Angélico...

La nómina de los creadores que se acomodaron bajo la protección de los mecenas es muy larga: desde Miguel Ángel hasta Masaccio, Brunelleschi, Donatello y Fra Angélico fueron artistas a sueldo de la familia florentina. Eran, además, prolíficos coleccionistas casi por herencia genética y compraron centenares de obras para los museos que fundaron en la ciudad, entre ellos uno de los más deslumbrantes del mundo, la Galería degli Uffizi.

La exposición parisina se detiene en la edad dorada de los jerarcas (1512-1599) y su mecenazgo, durante el siglo XVI, cuando el líder era el tirano Cosme I (1519-1574). Entre las 40 obras de la exposición hay obras maestras del manierista Pontormo y su maestro, Andrea del Sarto, y sofisticados retratos de Bronzino y Salviati, que revelan el interés de los cortesanos por mostrarse pomposos y registrar con claridad el poder mediante los atuendos recargados.

Cesiones de la Royal Collection, los Museos de Florencia, el Louvre...

En cartel del 11 de septiembre al 25 de enero —las entradas (entre 12 y 17 euros) ya están a la venta en línea—, la muestra tiene una página web exclusiva, solamente en francés e inglés, y puede seguirse en Twitter mediante el hashtag #florenceportrais. Organizada con la colaboración extraordinaria del consorcio de los Museos de Florencia, hay préstamos de la Royal Collection del Reino Unido, el Louvre y el Museo Städel (Fráncfort).

A través de la mirada de los pintores que experimentan con nuevas formas de representación de sus contemporáneos, el museo quiere que los visitantes aprecien la evolución del Cinquecento, un siglo especialmente agitada en términos culturales, religiosas y artísticos. A partir de la toma del poder de los Médici en Florencia en 1530, los retratos dejaron de lado los cánones de la ornamentación clasicista para mostrar a los hombres con atuendos guerreros, como en el retrato de Cosme I en armadura firmado en el taller de Borzino en torno a 1560, y en el de Vasari de Alejandro de Médicis a las puertas de la ciudad.

Savonarola y la 'hoguera de la vanidad'

El recorrido por la exposición se divide en cinco secciones y se inicia con efigies de hombres y mujeres vinculadas a los valores republicanos, cortados de raíz por la muerte de Savonarola (1498), el dominico que predicaba el estoicismo e invitó a los florentinos a quemar en 1947 sus posesiones más hedonistas —joyas y cosméticos, pero también libros considerados licenciosos— en el o falò delle vanità (hoguera de la vanidad) y que fue declarado hereje, excomulgado, torturado y ejecutado en público.

La sección más espectacular quizá sea la dedicada a la corte y a la forma de mostrar con perfecto realismo la riqueza y ostentación de los nobles. Los cuadros de Brozino, en especial el retrato de Francisco de Médicis prestado por la Uffizi, destacan por su profusión decorativa. En algunos otros la riqueza y el lujo aparecen no sólo en el tema, sino también en los materiales. Hay algunas pinturas realizadas sobre cobre o lapislázuli que dan al retrato una naturaleza suntuosa.

El esplendor de Leonor de Toledo

La mujer que más destacó en este mundo de jactancia fue Leonor de Toledo, nacida en Salamanca e hija del virrey de Nápoles, uno de los hombres más ricos y poderosos de Italia, que se casó con Cosme de Médici en 1529 para mejorar la mala imagen de este. El esplendor de Leonor, de la que se expone un retrato pintado por Bronzino, fue legendaria y no menos notable su influencia en la defensa de todas las formas del arte en Florencia.

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