La joven de Huelva de 22 años detenida por su presunta relación con actividades de terrorismo yihadista, pasará este miércoles a disposición judicial, para prestar declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, según han informado fuentes jurídicas y de la investigación.

La Guardia Civil ha dado por concluido el registro del domicilio en la localidad onubense de Almonte de la joven detenida en la madrugada de este martes en el aeropuerto Madrid-Barajas, cuando pretendía viajar a Turquía para trasladarse después a Siria e integrarse en Estado Islámico.

La joven abandonaba la vivienda sobre las 14.40 horas, tras permanecer una hora y media en su interior mientras se ha prolongado el registro, y se ha montado en un coche policial camuflado, sin que por el momento haya trascendido a dónde ha sido trasladada. Ha salido sola, ya sin su madre, acompañada por varios agentes y con el rostro parcialmente cubierto por el velo que vestía.

Instantes después de que la joven dejara la vivienda, salían los agentes que se han encargado del registro. Así, se ha retirado el acordonamiento y la calle ha recuperado la normalidad.

La detenida, una ciudadana española de 22 años y con residencia en Almonte (Huelva), había experimentado un proceso de conversión al islam más extremista en los últimos meses y presuntamente mantenía contacto a través de Internet con elementos radicales.

Las investigaciones que se siguen sobre las vinculaciones y comunicaciones que el grupo terrorista Estado Islámico mantiene con residentes en España han permitido detectar los planes que la detenida tenía para desplazarse. Su objetivo era viajar a Turquía vía aérea y cruzar a Siria por la frontera turca. La detenida dijo ante las autoridades que iba a Turquía por turismo, no sabe hablar árabe y entre sus pertenencias llevaba un Corán en español, según fuentes de la lucha antiterrorista. 

Estas mismas fuentes han indicado que por el modo de actuar de la chica se deduce que había recibido algún tipo de instrucción sobre cómo eludir las sospechas de las fuerzas de seguridad. "Sabía lo que tenía que decir y lo que tenía que hacer", indican. Esta forma de actuar es habitual en las personas que son captadas para unirse a la yihad.

Los vecinos de la zona han comentado que la joven "vestía en su vida cotidiana con ropa árabe, excepto para ir a trabajar en un establecimiento hotelero".

Según los datos con los que contaban las fuerzas de seguridad a fecha de 20 septiembre, un total de 130 personas han abandonado España para unirse a grupos yihadistas.

La Guardia Civil mantiene abiertas diferentes líneas de investigación, que han permitido hasta la fecha evitar la incorporación de varias residentes en España a las filas de Estado Islámico incluyendo en ocasiones a menores de edad.