Casi una de cada tres familias de Barcelona con hijos menores de 16 años, concretamente el 27,9%, tienen problemas para llegar a fin de mes y la cifra se dispara hasta el 49% en el caso de las familias monoparentales. Así lo revela el barómetro de la infancia y las familias de la capital catalana que este jueves ha presentado la teniente de alcalde de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, Laia Ortiz.

El estudio, que se ha hecho a lo largo de 2014 a partir de 1.200 entrevistas, analiza la situación de las familias que tienen hijos menores de 16 años a través de los indicadores como la pobreza energética, las dificultades económicas o las carencies materiales y pone de manifiesto la desigualdad en el impacto de estos factores entre los barrios con más o menos nivel de renta.

Así, según el informe, unos 3.000 niños de la ciudad (el 1,4%) no pueden comer carne, pollo o pescado (o equivalentes vegetarianos) al menos cada dos días a la semana. Esta privación alimentaria sube hasta el 4,4% a las zonas con rentas más bajas.

El 13,3% de los menores de 16 años viven en hogares que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada durante los meses fríos. En las zonas más vulnerables, la cifra logra el 25,9%. La pobreza energética afecta unos 30.000 niños de la capital catalana. Así mismo, el 11,3% de los niños no pueden realizar de forma regular actividades de ocio y deporte.

El barómetro también indica que un 10% de los hogares con menores no ven asumible el pago de la hipoteca o el alquiler en los próximos tres años, y en el caso de los hogares monoparentales el porcentaje se dispara hasta el 21,2%.

Ortiz ha firmado que esta datos que apunta el barómetro "no son positivas", pero es importante, ha dicho, no esconderlas "cómo entendemos que hizo el anterior gobierno", puesto que son un instrumento "esencial" para planificar las políticas necesarias para combatir la pobreza y las desigualdades.

En esta línea, ha considerado que se deben centrar los esfuerzos en políticas estructurales como planes de barrios para las zonas de la ciudad más desfavorecidas y también políticas activas de ocupación, de vivienda y avanzar "hacia una garantía de rentas con un apoyo municipal de inclusión".