Madrid es la tercera comunidad autónoma de España con mejor calidad medioambiental tras La Rioja y Navarra, según la radiografía social del medioambiente que ha realizado Greenpeace. Pero no lancen las campanas al vuelo. Pese a todo, el nivel de la región no pasa del "medio" y en su debe guarda un buen número de puntos negros que es preciso corregir, como la falta de reciclaje o la incineradora de Valdemingómez.

La ONG ecologista ha estudiado el impacto de la crisis en el entorno natural de las distintas comunidades, así como sus consecuencias sociales: corrupción, política energética, bosques, privatizaciones... nada escapa en el informe, que concluye que "el entorno natural es una de las principales víctimas de la crisis". Además, la directora de campañas de Greenpeace, María José Caballero, ha recordado que la mala calidad del medio ambiente tiene repercusiones en la salud humana.

Así, Madrid es la única autonomía que aprueba, junto con La Rioja, Navarra, Extremadura, Castilla y León, Galicia, Andalucía y Cataluña. Pero pese a su buena posición en el ranking, aún tiene que mejorar muchas cosas, entre ellas la contaminación atmosférica.

El informe destaca que el 4 de enero de 2015 la ciudad ya había superado el valor límite horario de dióxido de nitrógeno por todo el año que marca la ley y que el Ayuntamiento ha incumplido por sexto año consecutivo la normativa europea sobre calidad del aire debido a su política de transporte.

Aparte, también se resalta que Madrid aparece a la cola en el ranking Sootfree de la Oficina Europea de Medio Ambiente que evalúa las medidas, política y logros frente a la contaminación.

También aparece un pequeño punto negro en el Ciemat, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas que se sitúa en Ciudad Universitaria. En concreto, se achaca la existencia de residuos radioactivos del reactor nuclear que funcionó durante años en la zona. Otra infraestructura polémica es la depuradora de La China, donde se han detectado vertidos de fangos y lodos sin tratar.

El informe señala de forma especial el poco interés en el reciclaje y la recuperación de residuos urbanos por parte de los madrileños, con solo un 15,96% en 2013. Otros rasgos débiles son la escasa superficie forestal que dispone de un plan de ordenación (el 17,36%), el bajo uso de las energías renovables, el cultivo de transgénicos, los incendios, la especulación urbanística y la "oscura" privatización del Canal de Isabel II, aunque se ve forma positiva las distintas movilizaciones ciudadanas por la conservación del medioambiente.

Aun así, Greepeace confirma que la región cuenta con un gran potencial medioambiental y celebra el gran número de espacios naturales protegidos con los que cuenta la Comunidad: el 53,62% del territorio está protegido. Aparte, la ONG reconoce las acciones individuales de algunos municipios, como Rivas, por su apuesta por las renovables, o Manzanares el Real y Colmenar Viejo,  por su negativa a los tratamientos con herbicidas a base de glifosato (un "probable cancerígeno", según la OMS)