Para ser conocido antaño como 'Bambi' por su afable caracter, el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, parece disfrutar 'chocando' con el líder actual de su partido, Pedro Sánchez, cada vez que tiene ocasión.

El último 'cruce' lo ha protagonizado el expresidente en una entrevista que publica el diario italiano La Stampa. En ella, Zapatero vuelve a enmendar la plana a Sánchez y asegura que Podemos "no es populista" —como ha repetido Pedro Sánchez— sino "socialdemócrata —una idelogía que entronca sin dudas en el espacio que ocupa el PSOE—.

Está claro que la decisión de Pedro Sánchez de enmendar la gestión de Zapatero como presidente y apoyar la derogación del artículo 135 de la Constitución, no debió sentar bien. En esta ocasión, el expresidente no opuso demasiada resistencia, como sí hizo alguno de sus exministros. Sin embargo, sus palabras de aquel momento parecían presagiar nubes de tormenta: "Respeto tanto a quien dirige ahora el PSOE, que pondré una sonrisa. Cada proyecto político tiene sus prioridades, pero ahora quiero ver un poco cómo es esa reforma".

El PSOE ha tenido en Podemos una constante fuente de preocupación durante el último año. La formación de Pablo Iglesias lleva meses intentándoles disputar el espacio de la izquierda y erigirse como el gran rival del PP. Por eso, parecía claro que la cena que mantuvieron Zapatero y su exministro Bono con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón iba a sentar como un tiro, como así fue, en el entorno de Sánchez. Como poco, se tildó de "inoportuno", como afirmó Susana Díaz, aunque el expresidente lo defendió como un encuentro "estrictamente personal".

En plena tormenta invernal, con los rumores sobre las ganas de Susana Díaz de saltar sobre Pedro Sánchez y convertirse en la líder del partido a nivel nacional, Zapatero continuó con su lanzamiento de dardos. En la misma entrevista que reconocía su encuentro con Podemos, aseguró que Susana Díaz es "la mejor gobernante actual". A Pedro Sánchez, en cambio, le dedicó palabras más tíbias y se limitó a resaltar su "determinación". No fue la única muestra de apoyo de Zapatero a Díaz.

Para culminar ese negro enero, los dos protagonistas se vieron las caras en la presentación de un libro de otro insigne socialista, Jordi Sevilla, en el Ateneo de Madrid. Muchas sonrisas de ambos, pero los reporteros intentaron una y otra vez que se dieran la mano y ellos no cedieron.

Aunque avisara a Pedro Sánchez, de sus viajes a Cuba —por el que el Gobierno de Rajoy le tachó de "desleal"— y a Marruecos, parece que no sentaron bien esas acciones en la actual ejecutiva del PSOE. Pocos días después Pedro Sánchez publicaba fotos de él con líderes latinoamericanos y desde algunos círculos socialistas se criticó la postura promarroquí del expresidente. Según publicaban algunos confidenciales, Pedro Sánchez, en un encuentro off the record con periodistas, aseguró que por él, "Zapatero podía haberse quedado en Cuba".