Los 'Tigres de Arkan' serbios niegan haber matado a un compatriota y comido su carne

  • El líder del grupo criminal niega haber ordenado el crimen.
  • Su lugarteniente acusa a otro criminal serbio, en prisión allí, del delito.
  • Cuatro miembros del grupo criminal se enfrenta a penas de entre  5 y 41 años.
  • Se les acusa de matar a un compatriota cuyos restos aparecieron en el río Manzanares de Madrid con la carne separada de los huesos.
Luka Bojovic, uno de los denominados "Tigres de Arkan", acusados de asesinar en marzo de 2009 a un compatriota cuyos restos aparecieron en el río Manzanares de Madrid con la carne separada de los huesos, durante el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional.
Luka Bojovic, uno de los denominados "Tigres de Arkan", acusados de asesinar en marzo de 2009 a un compatriota cuyos restos aparecieron en el río Manzanares de Madrid con la carne separada de los huesos, durante el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional.
EFE/Víctor Lerena
Luka Bojovic, uno de los denominados "Tigres de Arkan", acusados de asesinar en marzo de 2009 a un compatriota cuyos restos aparecieron en el río Manzanares de Madrid con la carne separada de los huesos, durante el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional.

Luka Bojovic, supuesto cabecilla de 'Los Tigres de Arkan', grupo serbio al que se le atribuye la muerte de un compatriota en Madrid, ha negado este lunes que ordenara el asesinato, mientras que su lugarteniente, Vladimir Milisavljevic, ha acusado a otro compinche, encarcelado en Serbia, del delito.

Ambos, junto con Sinisa Petric y Vladimir Mijanovic —este último en libertad provisional— han declarado en el juicio que este lunes ha comenzado en la Audiencia Nacional contra los cuatro, acusados de asesinar en marzo de 2009 a un compatriota, cuyos restos aparecieron en el río Manzanares con la carne separada de los huesos. Los cuatro criminales se enfrentan a penas de entre 5 y 41 años de prisión.

Ninguno ha querido responder a las preguntas de la fiscal, que se ha limitado a leerlas, pero sí a las de la defensa.

Todos ellos han negado participar en los hechos, incluido el supuesto jefe de la banda, Luka Bojovic.

Sin embargo, su lugarteniente, Vladimir Milisavljevic, no ha tenido reparo alguno en atribuir el asesinato a Sretko Kalinic, presunto miembro del grupo criminal actualmente en la cárcel en Serbia, y de reconocer, a preguntas del abogado, que la forma en la que la víctima fue asesinada y descuartizada era una práctica habitual del hombre al que ha delatado.

El juicio, que está previsto que se prolongue hasta el jueves en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), sienta en el banquillo Luka Bojovic, considerado también el inductor del asesinato del que fue primer ministro serbio Zoran Djindjic, en 2003; Vladimir Milisavljevic, autor material de la muerte del dirigente; Vladimir Mijanovic y Sinisa Petric.

La Fiscalía les acusa de los delitos de dirección y participación en organización criminal, encubrimiento, depósito de armas de guerra y depósito de armas de fuego reglamentadas y municiones, falsedad documental y, en el caso de Bojovic, asesinato.

Éste último se enfrenta a una petición fiscal de 41 años de cárcel, mientras que Milisavljevic, Petric y Mijanovic lo harán a 21, 17 y 5 años respectivamente, según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Efe.

Los tres primeros eran miembros del grupo paramilitar 'Los Tigres de Arkan', conocido por su crueldad durante las guerras de los Balcanes y que con posterioridad se convirtió en la mafia serbia 'Clan Zemun'.

Bojovic se encuentra en prisión provisional, por orden del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, desde su detención en Valencia, el 10 de febrero de 2012, junto a Petric y Milisavljevic, mientras que Mijanovic está en libertad desde septiembre de 2012.

En los registros practicados en la vivienda de Bojovic, la Policía halló más de medio millón de euros (660.000 dólares), tres subfusiles de asalto, nueve pistolas semiautomáticas, un llavero pistola, una escopeta, silenciadores, cargadores y numerosa munición, entre otros efectos.

Un terrible crimen

Dentro de la operación que permitió sus detenciones, la Policía encontró además restos óseos en el río Manzanares a su paso por Madrid que, tras realizar las pruebas de ADN, se confirmó que pertenecían a otro miembro del grupo criminal al que los tres detenidos confesaron haber asesinado a base de martillazos y haberse comido su carne.

En sus declaraciones policiales, los presuntos asesinos confesaron que separaron la carne de los huesos de la víctima tras asesinarle en un piso de Madrid a base de martillazos, tras lo cual se comieron una parte y se deshicieron de los restos que no quisieron tirándolos por el inodoro.

Posteriormente, intentaron moler los huesos con una maquina trituradora, que finalmente se atascó y, ante la imposibilidad de triturar todos los restos, decidieron arrojarlos al río Manzanares

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