Alrededor de 180 antidisturbios de la Policía Nacional se han desplazado a Cataluña desde distintos puntos de España para reforzar la seguridad en los edificios del Estado en caso de que se produzcan incidentes.

Según han indicado fuentes sindicales, estos grupos se suman a los dos que están de forma permanente y se habrían instalado en terrenos del Maresme (Barcelona). En principio, la misión de los miembros de las unidades de Intervención Policial (UIP) es preventiva, ya que la seguridad ciudadana en Cataluña es competencia exclusiva de su policía autonómica, los Mossos d'Esquadra.

A finales del pasado mes de mayo, los antidisturbios de la Policía Nacional se trasladaron a Barcelona por decisión del Ministerio del Interior con función preventiva tras los incidentes registrados en la ciudad por el desalojo del centro okupa Can Vies.

Se da el caso de que 150 personas intentaron acampar ante la Delegación del Gobierno en Cataluña, en la calle Mallorca de Barcelona, en protesta por la suspensión cautelar de la ley de consultas y del decreto de convocatoria del 9 de noviembre, motivo que llevó a miles de catalanes a concentrarse ante los ayuntamientos.

El Ministerio del Interior considera que el envío de agentes antidisturbios a Cataluña entra "dentro de la normalidad" y que, entre otras misiones, desarrollarán labores de control en las fronteras y reforzarán la vigilancia en instalaciones del Estado.

Además, desde Interior recuerdan que el pasado 9 de septiembre se elevó el grado de intensidad, de bajo a alto, dentro del nivel II de alerta antiterrorista para prevenir cualquier acción del terrorismo yihadista que pretenda atentar contra intereses occidentales. Otra de las razones que esgrimen las fuentes es la puesta en marcha recientemente de un plan especial contra la delincuencia itinerante, en el que participan las fuerzas de seguridad del Estado.