El Ayuntamiento de Madrid ha declarado la 'guerra' al coche privado. La saturación del tráfico en la almendra central, la elevada polución y la concienciación ciudadana hacia los modelos de movilidad activos (como la bicicleta) han obligado al equipo dirigido por Ana Botella a lanzar un plan para expulsar a los vehículos privados del centro de la ciudad. Este jueves la Junta de Gobierno municipal ha aprobado inicialmente (a falta de la revisión de alegaciones) el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), cuyo principal objetivo es "conseguir para 2020 una reducción del tráfico privado en la ciudad a favor de los modos más sostenibles (caminar, bicicleta y transporte público)".
Actualmente, se realizan más de 2,5 millones de desplazamientos en vehículo privado, según destaca el informe municipal. Con este volumen, el tráfico de coches supone el 29% del total de desplazamientos que se realizan por la ciudad. El plan del Ayuntamiento prevé reducir ese porcentaje al 23% en el horizonte de 2020. De esta forma, el vehículo privado sería el medio de movilidad menos utilizado en la ciudad, ya que también esperan aumentar el uso del transporte público hasta el 45% (frente al 42% actual) y los desplazamientos a pie o en bicicleta hasta el 32% (frente al 29% de estos momentos). En caso de que se cumplan las previsiones, los desplazamientos diarios de vehículos privados podrían bajar a dos millones en 2020 (cerca de medio millón menos de coches al día).
Para ahuyentar a los coches de la ciudad (principalmente, del centro), el PMUS incluye 95 acciones concretas englobadas en 15 medidas generales. Entre ellas hay actuaciones que tratan de penalizar el uso del vehículo privado, que dificultan la entrada del coche al centro, que promueven el uso del transporte público y que facilitan la movilidad activa mediante bicicleta o a pie.
Las medidas 'anticoche'
Circular en coche saldrá caro: El Ayuntamiento busca desincentivar el uso del vehículo privado mediante un aumento gradual de las tarifas de los parquímetros. El precio del SER ya aumentó con la aplicación del Plan de Calidad del Aire y en las próximas semanas entrarán en vigor las nuevas tarifas, que encarecerán el aparcamiento para los coches más contaminantes. También se prevé incrementar el control de los vehículos mal estacionados (principalmente, en doble fila), lo que conllevaría un aumento de las multas y de las salidas de la grúa. En este sentido, se contempla la "implantación de instrumentos tecnológicos para el control de la indisciplina en las zonas de carga y descarga", para vigilar que las furgonetas no excedan el tiempo permitido.
Límites al tráfico en el centro: En los próximos años habrá más calles vetadas al coche en el centro. Entre las medidas más inminentes está la creación de tres nuevas áreas de prioridad residencial, por donde solo podrán circular residentes, taxis y motos. Se hará en Ópera a finales de 2014 y en Universidad y Justicia antes de mayo de 2015. Además, se prevé habilitar aumentar la superficie peatonal en el centro. Para facilitar que los conductores dejen su coche en las afueras de la ciudad se plantea de nuevo la vieja idea de habilitar aparcamientos disuasorios en la periferia, junto a intercambiadores de transporte.
Más espacio para el transporte público: Plantean hacer más atractivo el transporte público, para que los madrileños dejen el coche en su casa. Para ello se está diseñando una red más amplia de carriles bus y un nuevo sistema de "priorización semafórica de los autobuses", según el cual los autocares tendrían preferencia sobre el resto de los vehículos en los cruces para que ganen velocidad. Sin embargo, estas iniciativas contrastan con la realidad actual: el metro y el autobús es cada vez más caro tras los sucesivos tarifazos (a pesar de la congelación del último año) y el Ayuntamiento está eliminando líneas de la EMT y retirando coches de la circulación.
Caminar y pedalear: Para lograr que los madrileños realicen más desplazamientos a pie y en bicicleta, el plan contempla la extensión de la red de ciclocalles (calles con tráfico templado y velocidad limitada a 30 km/h para favorecer el tránsito de ciclistas), la ampliación del ámbito de BiciMad (que actualmente solo se concentra en el entorno del distrito Centro) y el ensanchamiento de las aceras en calles céntricas (lo que, además, reduciría los carriles de circulación). Por otro lado, también se pretende potenciar el uso de la moto, para lo que haría falta incrementar las plazas de aparcamiento reservadas para motocicletas.
Complemento al Plan de Calidad del Aire
El Consistorio calcula que el gasto necesario para poner en marcha las nuevas medidas hasta 2020 asciende a 692 millones de euros. Algunas de las actuaciones ya están poniéndose en marcha (como el servicio público de alquiler de bicis o el incremento de las tarifas del SER), pero otras necesitan una inversión durante los próximos seis años, como las obras para ampliar las aceras, los nuevos carriles bus o la habilitación de las áreas de prioridad residencial. Además, gran parte de estas iniciativas ya estaban esbozadas en el Plan de Calidad del Aire que aprobó el Ayuntamiento en 2012 para intentar controlar la contaminación en la ciudad. De hecho, uno de los propósitos del Plan de Movilidad es reducir las emisiones de dióxido de carbono (135.000 toneladas menos en 2020).
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