Justin Bieber: hacia lo oscuro

  • Tras la cancelación en 2013 de algunos de sus conciertos, los tropiezos y escándalos se han sucedido en la vida de este cantante de ventas millonarias.
  • Algunos expertos culpan de ello a un cóctel formado por el dinero, una gran cantidad de tiempo libre y la testosterona.
Imagen de Justin Bieber, durante uno de sus conciertos españoles en 2013.
Imagen de Justin Bieber, durante uno de sus conciertos españoles en 2013.
Efe
Imagen de Justin Bieber, durante uno de sus conciertos españoles en 2013.

Mientras sus fans siguen enterneciéndose con su foto policial –aquella en la que Justin Bieber sonreía porque, tal vez, era consciente de que esa imagen daría la vuelta al mundo o, quizá, por la tontuna suave que da la embriaguez- la vida del artista se ha convertido en una montaña rusa.

Las últimas noticias sobre el canadiense hablan de "deportación" (la piden más de 200.000 estadounidenses) y sus  desmanes son analizados hasta el detalle en tertulias televisivas.  "Si tienes demasiado dinero y tiempo y 19 años y la testosterona por las nubes... vas a tomar malas decisiones", ha sido el veredicto del respetado doctor Phil McGraw, colaborador habitual en el plató de Oprah Winfrey.

También Miley Cyrus, dos años mayor que el cantante, le ha enviado consejos a través de las cámaras: "Tienes un montón de dinero, ¡paga a gente que se encargue de que no te metas en líos!  Y monta la fiesta dentro de casa. Construye una discoteca en ella...".

Las fechorías del solista  comenzaron a revolver Internet y los periódicos sensacionalistas hace casi un año.  Al principio, poca cosa: aquí, una fotografía publicada en Twitter en la que el cantante mostraba el trasero; allá, un pequeño escándalo en un aeropuerto porque el mono capuchino que tenía como mascota había sido retenido en un aeropuerto; luego, una pintada en un hotel... Pero después llegaron los altercados con los vecinos, hartos de sus saraos y de su afición a conducir a toda velocidad por la exclusiva urbanización californiana donde reside, así como las cancelaciones de conciertos, el supuesto atropello a un fotógrafo, el lanzamiento de huevos contra una casa cercana, la detención en su vivienda de un joven por posesión de cocaína... y el anuncio de que se retiraba de la canción  (y que luego desmintió).

Pese a los ruegos de su madre, que ha pedido a sus fans que recen por su hijo, 2014 tampoco parece haber traído al joven la paz: en enero, el exitoso cantante pasó por comisaría dos veces, una de ellas por realizar carreras ilegales por Miami bajo los efectos del alcohol y sustancias psicotrópicas (el asunto que le brindó la ficha policial), y otra, por un supuesto ataque al conductor de la limusina en la que viajaba el pasado 30 de diciembre por Toronto junto a unos amigos. Febrero lo ha estrenado volando en un avión con efluvios de marihuana y chupando el pecho de una stripper, según una foto que circula en la Red.

Entretanto, sus seguidores le muestran su apoyo en las redes sociales. "Ha llegado a un punto en el que solo quiero que Justin esté bien", confiesa su amiga y cantante Ariana Grande, que también revela que está sumamente preocupada por su colega. "¡Te apoyamos, Justin!", asegura una belieber (fan de Bieber) mientras recuerda las primeras palabras de un manifiesto de este grupo de incondicionales: "Ser belieber no es fácil".

El mal de la fama

La fama temprana y su incapacidad para gestionarla han convertido la vida de muchos artistas en pequeños infiernos llenos de desarreglos. Estos son algunos de los más populares:

Macaulay Culkin. El niño de Solo en casa (1990) se convirtió a los 10 años en la estrella infantil mejor pagada de Hollywood y sus películas, en las más vistas de la taquilla. Después, llegaría el divorcio de sus padres, la dura disputa entre estos por su custodia, la soledad, el alcoholismo y los problemas con las drogas.

Drew Barrymore. Con siete años trabajó a las órdenes de Spielberg en la famosa E.T. : El extraterrestre y antes de los 15 ya consumía drogas con cierta regularidad. Con 19 tuvo que ingresar en una clínica de rehabilitación. Años después logró rencauzar su carrera.

Lindsay Lohan. Comenzó su carrera con 3 años, cuando se convirtió en modelo de la línea infantil de Calvin Klein. A los doce logró la fama con la película Juego de gemelas. En los últimos tiempos, su nombre ha nutrido de escándalos al papel cuché, algunos de ellos consistentes en  detenciones mientras conducía en estado de embriaguez, juicios y adicción a las drogas y los calmantes. Dicen que ahora quiere abrir su propia clínica de desintoxicación.

Haley Joel Osment. Debutó con cuatro años en un anuncio de Pizza Hut. Después, con seis, trabajó en la película Forrest Gump, y con once fue nominado al Oscar por su papel de Cole Sear en El Sexto Sentido. Al cumplir los 18, se supo que había sido detenido por conducir ebrio. Después protagonizaría otros excesos. No ha vuelto a trabajar como actor, aunque sí ha puesto voz a películas de animación.

Tatum O'Neal. Su papel de Addie Loggins en Luna de papel (1973) la precipitó a la fama. Después aflorarían sus problemas familiares, el maltrato de su padre y el consumo de crack.

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