La sociedad valenciana sigue en pie de guerra. Los recortes en el sector público, así como los despidos colectivos, con el cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV) incluido, propiciaron el año pasado un repunte de las manifestaciones en la ciudad de Valencia.

Y es que, según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno, el año pasado se registraron 1.436 protestas comunicadas, cifra que supone un incremento del 1,12% con respecto al año anterior.

Para el profesor de sociología de la Universitat de València Francisco Ginés, este aumento es "muy significativo", teniendo en  cuenta que en ese año, 2012, se procujo un auténtico boom en forma de manifestaciones, cuando casi llegaron a duplicarse en comparación con las de 2011 "por el efecto que tuvo el fenómeno de la Primavera Valenciana".

De esta forma, según Ginés, "estos datos demuestran que, lejos de apaciguarse la situación, se mantiene una gran conflictividad social, aunque ahora más vinculada a los recortes, como por ejemplo en las becas de educación, o con la implantación del repago en diversos sectores, como el de los dependientes".

También el polémico cierre de RTVV anunciado a principios de noviembre desencadenó dos meses de intensas protestas.

Tanto desde la Confederación de Comerciantes de la Comunitat (Covaco) como desde la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia reclamaron a los manifestantes "sensatez y responsabilidad" a la hora de elegir los recorridos y horarios de las protestas, por las "cuantiosas pérdidas" que dicen que les generan. En 2013 equivalieron a las ventas de un mes, aseguran.