El Plan Alquila de la Comunidad de Madrid parecía condenado al fracaso en sus primeros años. Su objetivo inicial, cuando nació la idea en 2008, era mediar entre inquilinos y propietarios para conseguir la firma de 50.000 contratos de alquiler. Hasta 2010, el programa avanzó tímidamente, con sólo 21.700 acuerdos firmados hasta esa fecha. Pero el temor a la morosidad y a los destrozos que los inquilinos puedan causar en las viviendas han hecho cambiar la tendencia: hasta 2012 se habían firmado ya 51.282 contratos y en 2013 se añadieron 11.748 más, hasta llegar a los 63.030. Por tanto, desde 2010 se ha triplicado la cobertura y en el último año ha subido un 23%, según el balance hecho público este lunes por la Consejería de Transportes, Infraestructuras y Vivienda. Los contratos mediante el Plan Alquila equivalen a un 14,7% del total de arrendamientos en la región (428.669, según el INE).

"Hay un problema evidente de morosidad. La ley no es excesivamente garantista, así que muchos propietarios tienen miedo de poner su piso en alquiler. Con estas iniciativas, encuentran un modo de asegurarse el pago de la renta mensual y evitarse problemas judiciales en caso de tener que desahuciar al inquilino. Es lógico que aumente el número de personas que se acogen a ellas", explica José Luis Ruiz, consultor inmobiliario. Pero también los inquilinos quieren estar seguros ante un incumplimiento del contrato de su casero: "Beneficia a ambas partes", asegura.

En su conjunto, el mercado del alquiler gana terreno a la vivienda en propiedad en Madrid. Según el Censo de Viviendas del INE, en 2001 había en la región 255.254 viviendas principales en régimen de alquiler, lo que representaba el 13,6% del total de inmuebles de residencia habitual que había en esa época en la región. Una década después, en 2011, ya había 428.669 viviendas en alquiler (un 67,9% más en términos absolutos), que suponían el 17,3% del parque inmobiliario, según el censo del INE. Los expertos inmobiliarios aseguran que esa tendencia seguirá yendo al alza.

En el Plan Alquila se puede inscribir cualquier persona que quiera poner su vivienda en arrendamiento y quienes deseen convertirse en inquilinos. El casero debe justificar que es el propietario de la vivienda y que está al corriente del pago de los impuestos. Además, la Comunidad le cobra una tasa de 157,38 euros más IVA (unos 190 euros). Por su parte, el inquilino aporta un contrato de trabajo y las últimas nóminas, para demostrar su solvencia económica. "Los propietarios salen beneficiados porque tienen más garantías de cobrar la cuota mensual y, en caso de que exista conflicto, la Comunidad se encarga de arbitrar entre las partes y dar asistencia jurídica", apuntan técnicos del programa regional.

Según la Consejería de Transportes, el principal motivo que aducen quienes se acogen al Plan Alquila es el temor a los impagos: "La gente tiene muchas reticencias a soltar su vivienda en el mercado de alquiler porque tienen miedo de que no paguen". La tasa de morosidad en el alquiler en Madrid (los inquilinos que se retrasan en alguna mensualidad) está en el 18,6%. En cambio, entre las viviendas acogidas al Plan Alquila esta tasa se encuentra en el 1%, según fuentes de la Consejería.

Aunque también los inquilinos tienen ventajas con este sistema. El principal es el precio: el alquiler de un piso medio de 90 metros cuadrados en Madrid cuesta 827 euros mensuales, mientras que la media de las casas dentro del Plan Alquila está en 620,2 euros (casi 200 euros más baratas). Este menor coste también provoca que el perfil de los inquilinos del programa regional sea más joven (la mayoría tiene de 26 a 30 años de edad) y con ingresos más escasos (16.500 euros anuales). En el mercado de alquiler entre particulares sin mediación la edad media supera los 30 años y los ingresos medios ascienden a 18.000 euros, según datos de Fotocasa.es.

El Ayuntamiento de Madrid tiene un plan similar al de la Comunidad: el Servicio Municipal de Alquiler (SME). En este caso, se han firmado ya 20.268 contratos. A diferencia del plan regional, este servicio sigue siendo gratuito y establece un requisito adicional: el inquilino solicitante debe tener unos ingresos superiores al doble de la cuota mensual pactada con el casero.

Raquel Hidalgo, 39 años: "El anterior inquilino me destrozó la casa"

Raquel lleva años alquilando una casa de su propiedad. Después de pasar "malas experiencias con algún inquilino" decidió entrar en el Plan Alquila: "El motivo principal fue la seguridad. Alquilé mi piso varias veces de manera particular y el último inquilino me lo destrozó. Tuve incluso que hacer reformas y gastarme mucho dinero en dejarlo en condiciones. Así que me planteé que solo lo volvería a alquilar si lo hacía de una manera más segura". Ahora tiene a dos personas viviendo en su casa, a las que encontró a través del Plan Alquila: "Antes tenía que estar pendiente de los pagos todos los meses. Ahora ya me quedo más tranquila porque sé que los gestores del plan han hecho un estudio de la solvencia de mis inquilinos, y si no me paga tengo el aval de la Comunidad. En los tiempos que corren, es un alivio".