Elevan de 25 a 29 años la petición de prisión para el etarra Parot

  • Lo acusan de reintegrarse en ETA y de proponer atentados contra "objetivos vitales".
  • El fiscal no ha retirado la primera de las acusaciones, tal y como se esperaba.
  • Al acusarlo de integración en organización terrorista "en grado de dirigente y promotor", la pena solicitada se eleva a 29 años.

Las previsiones que indicaban que podría rebajarse la pena de prisión para el etarra Henri Parot de 25 a 15 años han resultado equivocadas, puesto que ha sucedido todo lo contrario, elevando la fiscalía la pena de prisión a 29 años.

De esta forma, en el juicio que tuvo lugar el martes, la Fiscalía de la Audiencia Nacional elevó de 25 a 29 años de prisión la petición de pena para Parot, acusado de reintegrarse en ETA y proponer desde la cárcel atentados contra "objetivos vitales" para el Estado, como la Audiencia Nacional, el Ministerio del Interior o el Banco de España.

El fiscal Ignacio Gordillo modificó por tanto sus conclusiones provisionales y acusó a Parot de un delito de integración en organización terrorista "en grado de dirigente y promotor", lo que supone elevar de 10 a 14 años la pena solicitada por este motivo.

A su vez, el ministerio público mantuvo la petición de 15 años de prisión por un delito de atentado en grado de conspiración.

Esto supone que la Fiscalía no ha hecho extensible a Parot -

uno de los tres etarras que declarará como testigo en el juicio del 11-M- el criterio que defendió en el juicio que propició la última condena al preso etarra Iñaki De Juana Chaos por amenazas terroristas.

Similitudes

En aquella ocasión, la Fiscalía -que en un principio pedía 96 años de cárcel para De Juana y acabó solicitando una pena de 4 años o, alternativamente, de 13- renunció a la acusación de pertenencia a banda armada -por la que reclamaba 12 años-, al entender que nunca había dejado de pertenecer a ETA y por tanto no se le podía condenar de nuevo por un delito por el que ya se encontraba en prisión.

Se trataba por tanto de un caso muy similar al de Parot, ya que los hechos por los que se le juzgará el próximo martes -señalar objetivos a ETA- se refieren a una carta que el recluso escribió supuestamente el 1 de junio de 2001 en la cárcel de Córdoba, cuando ya cumplía condena, y que fue intervenida a la dirección de ETA en septiembre de 2002.

Diferencias

O les hacéis daños vitales en la cabeza/corazón o no hay nada que hacer

Sin embargo, existen diferencias entre la situación penitenciaria de Parot y la de De Juana Chaos, al que esta semana el Pleno de la Sala de lo Penal decidió mantener hospitalizado y en prisión preventiva -ya que su condena aún no es firme- tras rechazar la petición de la Fiscalía de concederle la prisión atenuada en su domicilio por los problemas de salud que le ha provocado la huelga de hambre que mantiene desde noviembre, lo que podrían haber motivado la decisión del fiscal Gordillo.

La principal diferencia es que De Juana fue juzgado por las amenazas que vertió en dos artículos publicados en Gara cuando ya había liquidado, gracias a los beneficios penitenciarios, las condenas que le fueron impuestas por 25 asesinatos, mientras que Parot -conocido por haber dado nombre a la doctrina del Tribunal Supremo en relación con las redenciones penitenciarias- será juzgado cuando aún le queda por cumplir condena hasta 2020.

En la misiva por la que será juzgado el martes, Parot afirmaba que, cuando fue detenido el 4 de abril de 1990 en Santiponce (Sevilla) conduciendo un vehículo cargado con 300 kilogramos de amonal, había decidido ya que sus próximos atentados serían contra el Ministerio del Interior y contra la Audiencia Nacional, y añadía:

"No entiendo cómo no lo hemos volado ya".

Además, proponía a la banda la comisión de atentados contra lo que llama objetivos "vitales" como el
Banco de España y las
Bolsas de Madrid y Barcelona y decía: "estoy convencido de que si hacéis eso se sentarían a negociar".

"Es la única vía: o les hacéis daños vitales en la cabeza/corazón o no hay nada que hacer", añadía Parot, que también "aconsejaba" a la banda terrorista conseguir "explosivos rompedores (militares) como plástico y TNT" y hacerse con "balas semiblindadas huecas".

La Fiscalía afirma en su escrito que entre el 1 de junio de 2001, fecha de la carta de Parot, y la detención de sus destinatarios -los dirigentes etarras Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Mugica Goñi-, el 16 de septiembre de 2002, se cometieron, al menos,
nueve atentados similares a "los definidos en dicha misiva".

Entre ellos cita la colocación en 2001 de coches-bomba en Madrid como el que estalló en el aparcamiento de la T-2 del aeropuerto de Barajas el 27 de agosto -que causó daños materiales- o en un aparcamiento de la plaza de Colón de Madrid el 12 de octubre -que provocó 17 heridos leves-.

El escrito añade que Parot "forma parte del denominado 'frente de makos', grupo de presos sometidos a la disciplina de la organización terrorista ETA".
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