La comisión de secretos oficiales del Congreso de los Diputados acogerá el miércoles la comparecencia del director del CNI, Féliz Sanz Roldán, según anunció en la Cámara el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El jefe de los servicios de inteligencia españoles tendrá que aclarar todas las dudas generadas a raíz de conocerse el presunto espionaje a líderes mundiales realizado por la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense. En especial, si España colaboró o no en el espionaje e, incluso, como mantienen fuentes norteamericanas, si fue la responsable directa de la intervención de millones de comunicaciones privadas.

Por su parte, el exministro de Defensa José Bono ha asegurado que durante el tiempo en que los servicios de inteligencia estuvieron a su cargo está "convencido de que no se cometió ningún acto ilícito" y ha expresado también su plena confianza en el actual director del CNI: "Es un hombre recto y si se ha hecho algo ilícito ha sido a sus espaldas y sin su conocimiento".

El que fuera ministro entre 2004 y 2006 ha explicado que los servicios de inteligencia de países amigos se ofrecen información unos a otros, aunque ha reconocido que "cuando te ofrece una información un Estado amigo y democrático no preguntas cómo se ha obtenido, sencillamente la utilizas".

Sin embargo, ha garantizado que desde España "no se obtenían datos ni se ofrecían datos obtenidos de modo ilícito". De hecho, ha relatado las dificultades que tuvieron en algún caso para obtener las autorizaciones judiciales necesarias.

El exministro y expresidente del Congreso ha subrayado que "no se puede incumplir la ley, ni invocando la seguridad" y ha afirmado que para él son "irrenunciables" en su cultura política el rechazo a la tortura y a la intromisión en la intimidad.

Así, ha reconocido que se le ha "caído un poco el mito" del presidente estadounidense, Barack Obama, si su Administración ve "normal incumplir la ley", de manera que "parece que los espías tengan licencia para incumplir las leyes, incluso las penales", se lamentó.