Adif responsabiliza al PSOE de que el tren de Santiago no tuviese sistema de frenado automático

Gonzalo Ferre, presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados sobre el accidente de tren de Santiago.
Gonzalo Ferre, presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados sobre el accidente de tren de Santiago.
Gonzalo Ferre, presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados sobre el accidente de tren de Santiago.

El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferré, aseguró este jueves en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados que fueron los gestores de Adif y del Ministerio de Fomento del anterior gobierno socialista quienes decidieron que el sistema de frenado automático ERTMS fuese sustituido en la zona del accidente del tren de Santiago por el sistema Asfa, menos avanzado. Este componente no evitó el siniestro que acabó con la vida de 79 personas.

Según la intervención que Ferré leyó ante los diputados, el proyecto de los sistemas de seguridad de la vía que se aprobó en 2010 y que fue adjudicado a las empresas Thales, Dimetronic, Cobra y Altalsis sufrió cambios como consecuencia de las sugerencias de las empresas constructoras de la plataforma.

En un primer momento, la vía se planificó con ancho internacional y sistema de seguridad ERTMS, válido para el AVE. Su conexión a la red convencional o de ancho ibérico se realizaría mediante dos cambiadores de ancho que se situarían en las salidas de las estaciones de Ourense y Santiago. Sin embargo, las constructoras consideraron que estos cambiadores no beneficiarían la reducción de tiempos de circulación y plantearían "distorsiones innecesarias", por lo que propusieron que el tramo entre Ourense y Santiago se construyese como vía convencional.

La modificación fue aprobada definitivamente por Adif, que entonces presidía Antonio González Marín, y por Fomento, ministerio encabezado por el socialista José Blanco, ocho meses antes del estreno del trazado, en abril de 2011. En palabras de Ferre, el cambio fue "trascendental", ya que afectó a la seguridad. El ERTMS, pensado para velocidades superiores a los 200 kilómetros por hora, fue sustituido por el Asfa al usarse una vía donde esa velocidad no podía superarse. El Asfa, según había admitido con anterioridad el actual presidente de Adif, no podía evitar el siniestro que acabó con 79 muertos.  "Decidieron en su momento que había que realizarlo con el sistema Asfa", concluyó.

Ferré también aseguró que el trazado perteneciente a la curva de A Grandeira, donde descarriló el tren y una zona considerada como complicada por técnicos y maquinistas, no tuvo ninguna alegación en contra durante su período de información pública. A pesar de ello, y como también admitió su homólogo en Renfe, Julio Gómez-Pomar, los gestores ferroviaros están revisando todos sus protocolos para evitar que la tragedia pueda repetirse. Ello incluye la reseñalización del tramo del accidente, que Adif y Renfe ya han acometido, con un especial hincapié en las señales que aperciban a los maquinistas de que deben reducir la velocidad antes de llegar a ese punto.

Piden explicaciones

La comparecencia de los dos responsables públicos se produjo a petición propia y después de que la oposición demandase explicaciones al Gobierno de Mariano Rajoy acerca de si la curva de Santiago donde descarriló el tren Alvia contaba con la seguridad apropiada.

A lo largo de la sesión, los grupos exigieron a ambos que las responsabilidades no se limiten a culpar al maquinista por su distracción y el exceso de velocidad que el propio operario ha admitido ante el juez. "Todos tenemos claro el desencadenante, pero hay más", reclamó Gaspar Llamazares (IU). "¿Hay un tramo en el que todo depende del maquinista? ¿Hay un tren que va como una bala y no hay manera humana de evitar que descarrile?", insistió Carlos Martínez Gorriarán (UPyD).

Rosana Pérez (BNG) y Ascensión de las Heras (Izquierda Plural) centraron sus dudas en los trenes. "En el tramo Ourense-Santiago el sistema ERTMS funciona en los trenes Avant, pero no en los Alvia. ¿Por qué en unos sí y en otros no?", se preguntó la primera. De las Heras señaló que Adif "tampoco hizo nada" para subsanar los problemas de compatibilidad y la falta de funcionalidad completa de los sistemas ERTMS, vigente hasta cuatro kilómetros antes del punto fatídico, y el Asfa digital.

Pere Macias, diputado de CiU,  reclamó autocrítica: "No estamos manteniendo bien la red. Lo que se hace es poner una señal". "¿Hay suficientes balizas? ¿Tienen la señalización requerida? Es perfectible", concluyó el socialista Rafael Simancas, que hizo una defensa de la seguridad de la línea que se inauguró cuando él era colaborador del exministro Blanco.

Ni Adif, ni Renfe ni la ministra de Fomento Ana Pastor, cuya comparecencia en comisión está prevista para este viernes, han dado hasta el momento una rueda de prensa conjunta para ofrecer detalles sobre lo ocurrido. Este jueves se cumplían 15 días del accidente.

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