El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha reconocido que no le gusta leer. Lo ha hecho, no obstante, mientras promulgaba una ley de rebaja de las tasas a la compra de libros, donde ha pedido ayuda para propulsar políticas para fomentar la lectura.

"Yo tengo ese problema. No me gusta leer", aseguró Morales, en unas declaraciones recogidas por Radio Fides. "A lo máximo", el mandatario boliviano, lee los títulos o algún capítulo del libro, pero nunca llega hasta el final.

Por eso, reconoció también que le gustaría poder disfrutar más de la lectura y, a pesar de que no cuenta con ningún plan, más allá de la reducción de impuestos aprobada este lunes, afirmó que deberán aprobarse politicas que la fomenten: "Yo quisiera la ayuda de muchos lectores como (el vicepresidente) Álvaro (García Linera), escritores, para ver qué política hay que desarrollar, ya tenemos cero de impuesto, y va a haber un incentivo para el lector".

Según el Gobierno, la rebaja de los impuestos de transacciones y del valor añadido en la venta de libros permitirá reducir en un 16% el precio de los mismos para fomentar la lectura.