Diego López, último fichaje del Real Madrid, ya conoce cómo es el club madrileño por dentro. Pese a comenzar su carrera como futbolista en el Lugo, su formación se produjo en 'La Fábrica' merengue cuando se incorporó en el 2000.
Según informa el club, ha pasado el reconocimiento médico tras llegar en AVE a Madrid acompañado de su mujer y su hija. Le realizaron análisis de sangre y orina, un electrocardiograma, un ecocardiograma, una resonancia magnética, un estudio radiológico y biomecánico, una exploración clínica en el aparato locomotor y una exploración cardiorrespiratoria.
Admitió que está "emocionado" tras firmar el contrato con el que vuelve al club y tras 24 horas frenéticas en las que se cerró su fichaje y viajó a Madrid, dijo que aún tiene que asimilar su regreso. "Estoy muy emocionado y contento. Ha sido todo muy rápido. Tendré que asimilarlo", dijo a los medios del club nada más firmar su contrato.
El cancerbero se ganó a pulso el salto al primer equipo hace casi una década. Tras una cesión al Alcorcón, regresó con fuerza y experiencia para ser uno de los pilares del ascenso a Segunda División del Real Madrid Castilla en la temporada 2004-2005.
Firma, entreno y convocatoria
En un día de emociones en su vuelta a casa, se reencontró con el presidente Florentino Pérez en el estadio Santiago Bernabéu. Le esperaba para firmar su nuevo contrato, hasta el año 2017, en la sala de juntas del club donde le entregó como regalo de bienvenida una réplica del estadio, un reloj y una pluma estilográfica. Diego posó con su nueva camiseta y el dorsal 25 que lucirá en lo que resta de temporada.
Pulso deportivo a Casillas
Meses después dio el salto a la primera plantilla, iniciando una sana competencia con Iker Casillas, cuya relación no podría ser mejor. Una buena relación que reinó durante las dos temporadas en las que el canterano intentó tomar un pulso deportivo con el ahora capitán madridista, que estará de baja por lesión aproximadamente tres meses.
Cuando el gallego salió en verano de 2007 con destino Villarreal, nadie podría imaginar que volvería para cubrir la baja del portero que le tapó su progresión durante dos largos años. La sombra de Iker Casillas era tan alargada en la casa blanca, que con 26 años no pudo desaprovechar la oportunidad de volar por sí solo en un equipo de Champions como el 'submarino amarillo'. Ni siquiera el gusto de Capello por los porteros altos le dio opción de poner en pie al Bernabéu con sus paradas.
Internacional con Del Bosque
Es un cancerbero de calidad, seguro por alto y rápido con los pies. Diego López tiene la mentalidad de un jugador criado en el Real Madrid, y la experiencia otorgada por varias temporadas campando por Europa con el Villarreal. En su carrera, solo una breve mancha en el Sevilla donde no gozó de oportunidades ante la competencia de Palop.
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