El ex jefe de la Policía Local de Marbella, Rafael del Pozo, imputado en el "Caso Malaya" y de baja por depresión, dijo en su primera declaración ante el instructor del procedimiento que las tres pistolas intervenidas en el registro de su despacho se las dio el fallecido ex alcalde Jesús Gil.
El instructor imputa a Del Pozo tres delitos de tenencia ilícita de armas, omisión del deber de perseguir un delito, dos de encubrimiento y uno de tráfico de influencias y, aunque declaró como testigo en la primera fase de la operación, fue detenido en la segunda, quedando en libertad provisional bajo fianza de 20.000 euros.
Afirmó que "las guardó en el armero de abajo" de la Jefatura de Policía pero "cuando llegó la última promoción" de agentes, al no contar con espacio suficiente, "las subieron arriba y por descuido" se encontraban todavía "pendientes de guiar".
El que fue jefe de la Policía Local indicó que el encargado de armas de la Jefatura lleva de baja por enfermedad desde hace dos años y que las tres pistolas incautadas "no se han utilizado y no han salido de allí".
Del Pozo apuntó no recordar "muy bien cuando se lo dijo ni los términos de la conversación" mantenida con el empresario, al que el Ayuntamiento le adjudicó el servicio de retirada de vehículos, pero sí que "le habían pedido 15 millones".
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