Las Vegas Sands dará a conocer el próximo 1 de septiembre la ciudad en la que ubicará su complejo de ocio y congresos Eurovegas, y la decisión se adoptará por la idoneidad del terreno, sus accesos y comunicaciones, independientemente de su precio o de si está situado en Madrid o Barcelona.

Así lo anunció el director general de la compañía, Michael Leven, que visitó este martes los tres terrenos que la Comunidad de Madrid ofrece a la compañía —en Valdecarros, Alcorcón y Torrejón-Paracuellos— después de haber hecho lo mismo este lunes en Barcelona. En la comitiva le acompañaron una docena de miembros del consejo de administración de Las Vegas Sands y distintos representantes de la Administración autonómica.

El director general, mano derecha del magnate Sheldon Adelson, reveló durante una rueda de prensa en el hotel Eurostars, que los factores determinantes para la instalación del macrocomplejo de ocio serán el entorno, los aspectos topográficos y geográficos (por la intención de construir rascacielos), los servicios cercanos o la accesibilidad por carretera y por transportes público.

"Todos los terrenos tienen ventajas y desventajas, no hay una decisión clara aún", recalcó, insistiendo en que no hay favoritos.

Pese a la situación económica, el representante de Sheldon Adelson afirmó que el magnate quiere su proyecto en España por varios motivos, empezando por el buen tiempo y por las buenas cifras de turistas y de negocios que tienen Madrid y Barcelona.

La crisis, garantizó, no será un impedimiento porque se mostró convencido que la depresión pasará. Sin embargo, sí admitió que hay dos motivos que podrían hacer que el proyecto se cancelase: por un lado, que no se llegue a un acuerdo respecto a las reformas legislativas (ley del tabaco, ley de evasión de capitales, reducción del pago de impuestos) o que no se logre financiación suficiente, porque no se pondrá en marcha el proyecto sin al menos dos tercios de financiación privada. Las Vegas Sands aportaría otro 30%.

La corporación ya ha mantenido conversaciones con unas 30 entidades y asegura que algunos bancos nacionales han mostrado su interés por la inversión.

Respecto al número de puestos de trabajo, Michael Leven puso como ejemplo el complejo que Las Vegas Sands tiene en Singapur, donde con 2.500 habitaciones da 15.000 empleos directos y al menos 50.000 indirectos.

Si en España se llevara a cabo el proyecto con 12.000 habitaciones, se podrían crear algo menos de 150.000 empleos —directos e indirectos—, y si se llegara al tamaño de complejo que ambiciona Adelson —unas 36.000 habitaciones—, se podrían crear unos 230.000 puestos de trabajo. La intención es construir cuatro resorts, aunque Las Vegas Sands no asegura que haya financiación suficiente para construirlos en una misma fase.

Antes de concluir su viaje a España y de entrevistarse con la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, Leven quiso dejar un mensaje para los que se oponen a Eurovegas.

Según Leven, el complejo no tendrá repercusiones negativas en la ciudad en la que se ubique, ni traerá prostitución ni promoverá el lavado de dinero, como opinan los técnicos de Hacienda. "Adelson nunca ha participado en ningún negocio que sea cuestionable" desde el punto de vista del blanqueo de capitales, aseguró. Además, aseguró entender que haya quienes se opongan al proyecto, aunque consideró que será más bien por razones "políticas".

La intervención de Leven se produjo tras su visita a los terrenos en autobús y en vehículos todoterreno, escoltados por las fuerzas de seguridad.

A continuación, los enviados de Las Vegas Sands mantuvieron un encuentro con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y con parte de su Gobierno, además de un almuerzo en la Puerta del Sol al que asistieron representantes de las compañías Inditex, FCC, Ferrovial, OHL, Sacyr, CEIM, Iberia, Indra así como a entidades financieras, como el Banco de Santander.

Aguirre insistió a los inversores estadounidenses acerca de que Madrid tiene "el PIB más grande de todas las regiones españolas" y una renta per cápita "superior a casi todos los países europeos", además del programa bilingüe escolar —que aún no llega al total de los centros escolares—, el turismo y un aeropuerto conectado con 263 ciudades del mundo entero y "una buena red de transporte público".