Algunas nos llegan al corazón, nos tocan la fibra sensible, nos emocionan o simplemente, nos dejan indiferentes. Si por algo se ha destacado el año televisivo que ahora termina ha sido por la gran cantidad de series que se han estrenado y que se han llevado a la audiencia de calle. También por aquellas que no han pasado de unos pocos episodios por culpa del desinterés de los espectadores. Repasamos las series españolas y extranjeras que han marcado el 2011.

El Barco. En enero levaba anclas El Barco (Antena 3) una historia sobre las aventuras a bordo del Estrella Polar, un barco escuela en el que un grupo de jóvenes estudiantes y la tripulación resultan ser los únicos supervivientes de una catástrofe apocalíptica. A pesar de haber sido parodiada y criticada por la tendencia a quitarse la ropa que parecen tener sus personajes, lo cierto es que en las dos temporadas que se han emitido este año ha acumulado una audiencia media del 18,5% de audiencia y 3.549.000 espectadores.

Juego de Tronos. Tras un éxito cosechado con el boca a boca, la saga de novelas Canción de Hielo y Fuego se materializaba en forma de serie, con el título del primero de los libros, Juego de Tronos. La producción de la HBO sedujo tanto a los fans de la serie de novelas como a los que conocían la historia de Poniente por primera vez. En EE UU la serie se hizo con una media de 3 millones de espectadores, audiencia que llegó a los 8,3 millones de espectadores por episodio, sumando los espectadores de DVR (grabaciones de vídeo digital) y los visionados bajo demanda on-line, lo que hizo renovar la serie por una segunda temporada. En España, Canal + emitió Juego de Tronos, serie que ha sido nominada como mejor serie dramática de televisión para los Globos de Oro 2011.

Homicidios. El género policíaco regresó a las pantallas españolas de la mano de Homicidios (Telecinco). El actor Eduardo Noriega protagoniza esta ficción, en la que da vida a Tomás Soller, un psicólogo especializado en patologías de la conducta que trabaja como asesor de la policía. Los espectadores respondieron positivamente al thriller y acumula una media del 12,8% de share y 1.745.000 espectadores.

Aída. No es una serie nueva, de hecho, lleva emitiéndose desde enero de 2005. Sin embargo, Aída (Telecinco) ha recuperado este año a uno de sus personajes míticos, de hecho, al que dio vida y nombre a la serie, interpretado por la actriz Carmen Machi. La actriz se reincorporaba a la serie casi dos años y 70 capítulos después de su marcha en la sexta temporada. Su regreso fue un revulsivo para la serie, que en su novena temporada hacía una media de un 17% de cuota de pantalla y 3.358.000 espectadores y que subió hasta el 20,8% y 4.283.000 espectadores con el retorno de Machi. Todo un acontecimiento en la historia de las series españolas.

Los misterios de Laura. Otra mujer de armas tomar regresó este 2011 a la televisión. Se trata de Laura Lebrel (María Pujalte), la carismática y torpona detective de Los misterios de Laura. Tras una primera temporada que se interrumpió a los pocos capítulos, la serie regresó a La 1 consiguiendo convencer a la audiencia, que se encariñó con la poco ortodoxa forma de la policía para resolver los crímenes. Un 16,5% de la cuota de pantalla y 3.100.000 espectadores de media sintonizaron cada semana con sus andaduras.

The Killing. Los amantes de Twin Peaks vieron una nueva oportunidad de acongojarse con la búsqueda del asesino en The Killing, una serie que sumerge al espectador en la investigación del asesinato de una joven a través de los ojos de los implicados: familiares, agentes de policía, sospechosos... Esta serie de la Fox consiguió 6 nominaciones a los premios Emmy. La serie danesa en la que se basa se llevó un premio BAFTA a la Mejor Serie internacional. La Sexta la emite en nuestro país, donde ha llegado a congregar a 1.478.000 espectadores, con un 7,6% de cuota.

The Walking Dead. El miedo ha sido uno de los ingredientes principales de dos grandes estrenos del 2011. En primer lugar está The Walking Dead, que se subió a la ola de la moda zombi consiguiendo un gran éxito en EE UU, donde consiguió una nominación a los Globos de Oro y tres a los Emmy, que pronto se contagió, quizá a base de mordiscos, a nuestro país. En su primera temporada, la serie consiguió una media de cuota de pantalla de 15,9% y cerca de tres millones de espectadores.

American Horror Story. También sentó a los espectadores y consiguió que se mordieran las uñas American Horror Story, que firma Ryan Murphy, el creador de la desenfadada Glee. Estrenada este mismo noviembre en Fox, cuenta la historia de una familia que se muda a un viejo caserón donde sufrirán toda clase de truculentas y aterradoras vivencias. Las desventuras de la familia se mezclan con toda suerte de personajes y situaciones que rinden culto al género de terror. Su estética desquiciantes la hizo despuntar entre la crítica en su estreno en Estados Unidos y está transformándola en serie de culto en nuestro país. Fox se encarga de emitirla, para horror y disfrute de los espectadores.

Boardwalk Empire. Un Globo de Oro y ocho premios Emmy son la mejor tarjeta de presentación para Boardwalk Empire. Antes de que se acabara de emitir la primera temporada, la HBO ya había firmado para dos temporadas más. Esta creación, con Martin Scorsese como productor ejecutivo, es un drama que gira en torno a Enoch "Nucky" Thompson (Steve Buscemi), un político corrupto de Atlantic City durante los años de la Ley seca. Canal + trajo a las pantallas españolas esta cuidada producción de época, cuyo episodio piloto, con un coste de 18 millones de dólares, fue uno de los más caros de la historia de la televisión.

Downton Abbey. La británica Downton Abbey revolucionó el género de época en Reino Unido, donde más de 11 millones de espectadores vieron el episodio final de la primera temporada. La serie llegó a nuestros televisores de la mano de Antena 3 el pasado febrero. Esta serie de la BBC consiguió en España hacerse con un 14,8% de cuota de pantalla y 2.842.000 espectadores de media en su primera temporada. La ficción cuenta la historia de un abogado inglés que por una cuestión sucesoria algo enrevesada pasa a ser el heredero de una familia de la alta burguesía y de un título de conde. Antena 3 acaba de estrenar la segunda temporada.

Falling Skies. Unos malvados extraterrestres que esclavizan a los niños y pretenden acabar con la raza humana son los antagonistas de Falling Skies, donde un pequeño grupo de humanos que los combate se convierten en la esperanza de la humanidad. Esta producción de Steven Spielberg se ha estrenado ya en 75 países. En el nuestro hizo una audiencia media de 8,14% de la cuota de pantalla y 1.385.000 espectadores.

Los Borgia. La historia es una fuente inagotable de argumentos y ese fue el caso de Los Borgia. El actor Jeremy Irons se ponía en la piel de Rodrigo Borgia, posteriormente elegido papa con el nombre de Alejandro VI, en esta ficción de Showtime que ganó dos premios Emmy. La serie reproduce la historia de la famosa familia de origen valenciano que ostentó el poder en Roma durante el siglo XVI. Cuatro fue la encargada de emitirla en nuestro país, donde consiguió unos discretos resultados, con una media de un 5,8% de cuota y 982.000 espectadores.

The Pacific. Otro ejemplo de serie basada en hechos históricos es The Pacific. Producida por Steven Spielberg y Tom Hanks, se emitió primero en Canal+ y poco después en Antena 3 y Nitro. Sus 10 episodios narraban algunos lances de las batallas que se libraron en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. Heredera de la aclamada Hermanos de Sangre, ganó 25 premios, incluido un Emmy.

Pero no todas las series de 2011 han sido un éxito. De hecho, un puñado de ellas debieron luchar contra la indiferencia del público y al final, perdieron.

Vida Loca. Es el caso de Vida Loca, de Telecinco. La serie protagonizada por Toni Cantó consiguió en su estreno un prometedor 14,8% de cuota de pantalla y 2.623.000 espectadores. Sin embargo, pronto comenzó a perder audiencia y 18 capítulos después un 9,5% y 452.000 espectadores provocaron que la cadena cancelara la ficción, que contaba las vivencias de una familia poco convencional.

Cheers. Tampoco tuvo suerte la adaptación española de Cheers. La serie homónima de Telecinco, protagonizada por Antonio Resines, duró siete emisiones. Cheers se estrenó con la emisión de dos episodios consecutivos, que hicieron un 15,6% y 2.584.000 espectadores y un 16,6% y 2.810.000. Sin embargo, la serie no pudo mantener el interés y fue cancelada con seis episodios grabados y sin estrenar. Antonio Resines perdió la apuesta que había hecho con Paolo Vasile, director de la cadena, sobre si la serie llegaría al 20% de cuota de pantalla.

Los Quién. Otra serie que rememoraba los ochenta, Los Quién tampoco tuvo el éxito esperado. La comedia de Antena 3, protagonizada por Javier Cámara y María Pujalte estuvo en antena tan sólo 13 episodios y a pesar de que en su estreno superó los tres millones de espectadores (3.293.000 y 15,9% de share) también comenzó a desinflarse y en su último episodio caía hasta el 7,2% de la cuota y 799.000 espectadores. La serie contaba la supuesta vida del primer matrimonio español que se divorció tras la implantación en España de la Ley del Divorcio.

Piratas. Más guerrera, pero también floja en audiencia fue Piratas, de Telecinco. Pilar Rubio y Óscar Jaenada intentaron reflotar su barco pirata, pero a pesar de levar anclas con buen viento y hacer en su estreno un 17,2% de cuota y 3.454.000 espectadores, pronto comenzó a hacer aguas y a perder el interés del público. Fue cancelada tras ocho emisiones, con un último capítulo que hizo un 10,3% de share y 1.259.000 televidentes.

Dos hombres y medio. Convulsa fue la marcha de Charlie Sheen de Dos hombres y medio, emitida en España por La 2 y posteriormente en Neox. El actor insultó en una entrevista a los responsables de la serie y éstos le despidieron. Tras meses de idas y venidas, Sheen fue reemplazado por Ashton Kutcher. El episodio de transición, en el que se enterraba al personaje de Sheen y se presentaba al de Kutcher, acaparó la atención de 29 millones de espectadores. Sin embargo, pocas semanas después la audiencia caía hasta los 16.