El actor Óscar Jaenada ha sido uno de los miembros del reparto de la esperada Piratas del Caribe 4 y además, acaba de presentar la serie Piratas, de Telecinco, que se estrenará próximamente y en la que interpreta a Álvaro Mondego, un noble que acaba en manos y enredado con los piratas.

Después de tanta historia de piratas se le hará raro no salir a la calle con una espada…

Más de una vez he querido desenvainar el sable, más de una vez me han dado ganas… Pero no, yo siempre he defendido la palabra antes que la violencia.

¿Qué tal eso de ir al pasado?

Se nota mucho cuando perteneces a otra época, porque debes controlar mucho más el texto, los gestos y las improvisaciones.

¿Las escenas de acción son complicadas?

En el tema de las armas debemos parecer diestros sin parecerlos. Hay coreografías muy estudiadas que hay que ejecutar con destreza pero sin perder la interpretación. Si llevas bien el baile de espadas es más fácil decir el texto.

Y de paso se ahorran el gimnasio…

La verdad es que sí, es un deporte (risas) teníamos un entrenador que nos hacía unas tablas de ejercicio muy duras, aunque necesarias, porque se nota el peso del sable durante horas y horas de rodaje. Había que estar entrenado.

En esta nueva serie acabas siendo un pirata… ¿No habrían preferido sus padres que fuera médico o abogado?

No sé, vengo de una familia muy liberal. La rama cultural era lo que se esperaba en mi familia, si luego hemos tirado para otro lado, pues cada uno con sus dones (risas).

¿Se ha mareado en el barco?

No, lo he llevado bien, aunque es un trabajo extra, porque a todo el mundo le apetece ir en barco, pero también le apetece volver cuando quiere. Pero claro, para rodar nos metíamos en el barco y no nos bajábamos hasta 14 horas después.

El de aventuras, ¿es un género más exigente que otros?

Cada medio tiene su exigencia. El estar en una escena en la que sólo hay miradas y unas pocas palabras en cuatro minutos, por ejemplo, puede ser más difícil de hacer que un abordaje en el que hay 50 figurantes dando espadazos. Cada cosa tiene su dificultad.

Lleva una melena estupenda para el papel, ¿compite con Pilar Rubio por ver quien la cuida mejor?

No (risas). Allí no podías llegar con el pelo limpio, porque iba a acabar sucio de todas formas. La única que siempre iba impoluta era Silvia (Abascal).

Una de las tramas principales les lleva a buscar un tesoro. ¿Qué habría dentro del cofre de su tesoro soñado?

Muchísima justicia, que hace mucha falta. Hay que empezar a trabajar en eso, porque hay muchos inocentes que estamos pagando las consecuencias de un trajín de dinero y una serie de decisiones bancarias que han llevado a la ruina a medio país y que sólo han enriquecido a los que han llevado a la ruina a los demás.

Gran parte de la serie se desarrolla en exteriores…

Para mi fue uno de los lujos de la serie. Comimos muy bien y nos trataron estupendamente. Contábamos con muchas inclemencias climáticas que al final no tuvimos, hizo un tiempo estupendo. Fue un trabajo muy fluido.

¿Cómo ha sido la experiencia en ‘Piratas del Caribe 4’?

No era mi primer papel en Hollywood, pero sí en una superproducción que con el producto interior bruto de nuestro país no nos llega para hacerla.

¿Cómo se sintió rodando con Johnny Depp y Penélope Cruz?

Como en un sueño, sobre todo por rodar con Penélope. Soy un gran admirador del cine español y de Penélope Cruz. Al acabar de rodar fui donde Penélope y le dije “ha sido un sueño rodar esta escena contigo”, no se lo dije a nadie más. También me ha impresionado la maestría de otros actores, a lo mejor menos conocidos, y por supuesto el chute de adrenalina de rodar con Depp, que es un actor con mucho talento y muy humilde.

Dicen que fue Penélope Cruz quien propuso su nombre para el papel…

Ella me lo niega, pero yo no la creo (risas). Es posible, porque yo estaba en Estados Unidos por entonces y se me acababa de caer una película con un papel protagonista y yo estaba en Los Ángeles un poco abatido. Allí había muchos amigos y como Penélope y Javier son unos grandes anfitriones a mí me gusta creer que hubo camaradería y que hicieron por mí ciertas cosas.

¿Por qué cree que tienen esa relación tensa con la prensa española?

Yo creo que hay gente falta de cultura, o que ha viajado poco o que no conoce el trabajo de nuestros actores. En Los Ángeles no se piensa que Javier Bardem es el mejor actor de España, se piensa que es el mejor actor del mundo. Él y Penélope son los mejores actores de nuestra era.

¿Qué le parece el tema de la piratería?

Yo siempre remaré a favor de Internet, es una tontería ponerse en contra. Pero hay que encontrar una plataforma para que la cultura no sea gratuita, porque no es gratis hacerla, cuesta un trabajo y si no puedes vivir de ella, no puedes hacerla.

¿Cómo han llevado la enfermedad de su compañera Silvia Abascal?

Como se llevan estas cosas: fatal. Silvia es uno de los pilares de cualquier rodaje. Es una leona y sabemos que pronto rugirá. Ahora todo está bien, así que estamos contentos.