Barbara Berlusconi, hija de Silvio Berlusconi, entró a formar parte del Consejo de Administración del Milan en 2011 para posteriormente escalar puestos en el club de su padre hasta alcanzar el mando del equipo junto a Adriano Galliani.

Es la primogénita de Berlusconi y de su segunda mujer, Veronica Lario. Licenciada en Filosofía, es madre de dos hijos fruto de su relación con Giorgio Valaguzza, aunque posteriormente estuvo ligada al que fuera jugador 'rossonero' Alexandre Pato.

Desde que llegase al club, a los 26 años, su vida ha estado rodeada de polémica. Especialmente duros han sido los enfrentamientos que ha tenido con otros miembros de la directiva y fuertes han sido las críticas llegadas desde amplios sectores de la afición, que no perdona que el equipo, uno de los que mejor palmarés tiene en toda Europa, no levante cabeza en las últimas temporadas.

Barbara ha huido siempre de la imagen de directiva de fútbol. Enamorada del glamour y la noche de Milán, no ha ocultado nunca su vida privada, pese a las críticas que tuvo que aguantar por su romance con el brasileño Pato, del que se dijo que su relación y ruptura con Barbara influyó en su estancia y salida del club. Tampoco ha ocultado nunca su nulo interés por el fútbol, algo de lo que ella, confiesa, no tiene ni idea. Su indisciplina y rebeldía le han jugado varias malas pasadas estos años al frente del Milan. Sin embargo, la prensa coincide en que quizá sus planes de futuro para el club puedan relanzar la imagen de éste.

Su objetivo es relanzar la marca del Milan. Convertirlo en un equipo que venda, como Real Madrid, Barça o Manchester United. Y eso, en los difíciles tiempos que corren para el club milanista, no parece tarea sencilla.

En 2011, convenció a su padre para que le confiase a ella dicha misión, mientras que lo deportivo quedaría en manos de otras personas, empezando por Galliani, amigo personal de 'Il Cavaliere' con quien ha mantenido un duro pulso durante años.

Su idea es dejar de depender la gran fuente de financiación de los clubes italianos de la serie A: los derechos televisivos. Para ello, pretende una estrategia que lleve al equipo a convertirse en una especie de 'Manchester United italiano'. La experta en finanzas Andrea Bricchi, así lo contaba en Pianeta Milan: "Barbara compara el potencial comercial del Milan con el del Manchester United a nivel mundial y quiere explotarlo por ahí. Quiere revolucionar el club, con un nuevo estadio, el reciente museo, ampliar la gama de artículos de souvenir. Algo a lo que no estamos acostumbrados con los clubes de fútbol italianos".

Uno de sus grandes movimientos es el traslado de la sede del club a Via Turati, un barrio más moderno de Milán donde espera atraer la atención de inversores. Para la zona del museo, tienda del club, oficinas y restaurantes contrató al prestigioso arquitecto Fabio Novembre.

Lejos del plano financiero, Barbara y el resto de responsables del club tendrán que lograr resultados con urgencia, ya que una buena parte de los aficionados reclaman el resurgir inmediato de un club que dominó Europa y hoy suma campañas hundido en la mediocridad.