Salir a la calle con un perro de asistencia para personas sordas, con autismo, epilepsia supone un día a día lleno de trabas, El último ejemplo ha tenido lugar en Vigo. Rex acompaña a Estefanía allá donde va. Ella sufrió durante tres años palizas y malos tratos psicológicos por parte de su expareja. Desde hace unos meses el perro le aporta seguridad y confianza, pero tienen un problema: no puede acompañarla en el autobús.Así que Estefanía tiene que ir caminando a todas partes si quiere moverse con él por Vigo. Cada vez hay más perros de asistencia y terapia para mujeres maltratadas o amenazadas, pero la legislación todavía no está adaptada. El Ayuntamiento de Vigo ha reconocido esa carencia y se ha comprometido a rectificarla.