Mascarilla en el trabajo: entre la recomendación y la obligación

Muchas de las grandes empresas parecen optar por eliminar la mascarilla de sus instalaciones con excepciones en departamentos o actividades concretas. Normalmente las que suponen un trato directo con clientes. Pero la gran mayoría también espera ver cómo queda publicado en el BOE el Real Decreto aprobado hoy por el Gobierno para comunicar su decisión a los trabajadores. 

En negocios pequeños, en muchas tiendas y espacios de hostelería ya han decidido que prefieren mantener un tiempo la mascarilla. El Gobierno deja a los servicios de riesgos laborales de cada empresa decidir qué medidas preventivas, incluido el uso de la mascarilla, quieren según los puestos de trabajo. 

Si la empresa considera necesario el uso de mascarilla, el empleado debe llevarla, si no puede ser sancionado. En el caso de que un trabajador quiera llevar mascarilla cuando riesgos laborales no la considera obligatoria, debería llevar a un entendimiento.