Nervios en las residencias por las primeras vacunas contra el coronavirus

Con el gesto de la victoria y una sonrisa que ni la mascarilla consigue ocultar, Encarni, esta andaluza muy vasca, según se define, cuenta las horas que le falta para poder vacunarse. Y esta madre de cinco hijas lo tiene muy claro, no se quiere ir por culpa del coronavirus. Ni ella , ni sus compañeros Manuel y Ángela de esta residencia de Fuenterrabía, que han perdido el miedo después de lo vivido en marzo. Y después de vacunarse ilusión y nuevos planes.