La puesta en libertad de un agresor sexual condenado a 181 años desencadena el pánico entre los vecinos de Garcillán, en Segovia

La gran mayoría de los 500 vecinos de Garcillán nunca han visto al 'violador de fin de semana'. Es el apodo por el que se conocía a Mario Ayuso, condenado a 181 años de cárcel por 17 agresiones sexuales. Ha pasado 32 años en la cárcel y desde la semana pasada es un vecino más. Vida normal para él y preocupación máxima para sus vecinos. Pero las estadísticas aseguran que la tasa de reincidencia de los agresor sexuales es baja, en torno al 10 por ciento, casi 30 puntos menos que los condenados por otros delitos. Aun así generan gran alarma social, justificada en ocasiones. Los vecinos de Lardero alertaron del retorno de un agresor sexual y asesino que finalmente mató en el municipio a un niño de 9 años. La derogación de la doctrina Parot liberó a ocho agresores sexuales y cuatro de ellos reincidieron.