Cuando tenemos un perro, es muy posible que enseguida detectemos que éste se encuentra mal o está enfermo, algo que quizás nos cuesta un poco más cuando se trata de gatos, quiénes suelen ser un poco más discretos al mostrar sus patologías.
Cuando tenemos un perro, es muy posible que enseguida detectemos que éste se encuentra mal o está enfermo, algo que quizás nos cuesta un poco más cuando se trata de gatos, quiénes suelen ser un poco más discretos al mostrar sus patologías.