Este jueves se cumple una semana desde que el fuego devoró uno de los edificios del barrio de Campanar, en Valencia. Una tragedia en la que más de cien familias han perdido todo lo que tenían y que se ha cobrado diez vidas, entre ellas, la de dos niños.
Siete días después, los afectados aún no pueden creer lo que ocurrió. Espejo Público ha podido hablar con uno de los vecinos que se encontraba en el interior del edificio en el momento en que se originó el incendio.
Tal como ha relatado al matinal de Antena 3, comenzó a oler a quemar y pensó que la situación se estaba generando en su vivienda, pero al asomarse al balcón vio "un poquito de humo": "Vi unas partículas subir, y lo que antes era humo entonces era como si estuvieran tirando con un lanzallamas".
"Dio la casualidad de que ese día no estaba en el gimnasio, sino que estaba en la terraza", ha apuntado Rafael que, en cuanto se percató de lo que estaba ocurriendo, alertó a su esposa: "Coge al niño y vámonos, que hay un incendio".
"Cogí el ordenador, porque lo tenía a mano, al niño, el carrito, los perros y bajé", ha agregado Rafael que, además, ha reconocido que cogió el ascensor, pues actuó por impulso, y después se dio cuenta de la negligencia que había cometido.
A los pocos minutos de salir a la calle, Rafael pudo ver que "la lengua de fuego había subido siete plantas" y ya llegaba hasta el 14º piso, donde se encontraba su casa: "Dos minutos arriba, dos minutos abajo... y habríamos muerto". Finalmente, el hombre ha destacado que su aspiración es regresar a su vivienda en algún momento y que esta se reconstruya "exactamente igual, hasta la cubertería".
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