Este 2022 está siendo el año de los cambios en Sálvame. El programa es uno de los más longevos y asentados de nuestra televisión. No en vano, acaba de cumplir trece años en antena, y por su plató han pasado todo tipo de personajes y de colaboradores.

Pero este año empezó mal, con una enorme bajada de audiencias. Y desde Mediaset buscaron revolucionar el programa, cambiando el formato, añadiendo nuevas secciones (Lo de Belén), fichando a una nueva presentadora (Adela González) e incluso metiendo cambios en el diseño del plató.

Pero poco a poco, el programa ha ido volviendo a su esencia, ya no solo en cuestión de humor y mamarracheo (Sálvame Mediafest, escarabajos en plató, retos de los colaboradores...) sino también en el propio plató. Y es que hace tiempo que se eliminaron las míticas mesas alargadas donde los colaboradores hablaban sobre los temas de actualidad. 

Sin embargo, ha sido por poco tiempo. Las mesas han vuelto, aunque en un formato más reducido, este mes de agosto, llevando al programa otra vez a sus orígenes, porque al final es lo que busca el público de toda la vida: que su sitio seguro no cambie ni un ápice.